Casi un mes después de la conferencia de prensa que la Asociación de Semilleros Argentinos brindara a raíz de la decisión del secretario Miguel Campos de autorizar la inscripción de híbridos de maíz resistentes a glifosato por medio del evento GA21, salteando la normativa en materia de biotecnología, los ánimos parecen haberse atemperado.
En una segunda conferencia de prensa encabezada por el presidente de la asociación, Raúl Palmieri, se pasó revista a los sucesos y se dijo que ASA, como tal, no iniciará acciones contra la secretaría de Agricultura a raíz de la promulgación de la polémica resolución 71, en febrero de 2006.
Con la llamativa ausencia de los representantes de Syngenta, que es en principio la empresa que se vería directamente perjudicada por la medida, Palmieri expresó que cada compañía a título individual es soberana de decidir si iniciar o no acciones legales por su cuenta, pero enfatizó que la asociación no lo hará, al revés de versiones que habían circulado durante el fin de semana.
Infocampo trató de comunicarse con Hernán Pettinari, el directivo de Syngenta que había participado de la primera conferencia de prensa, para conocer las razones de la ausencia y si había iniciado o no acciones legales contra la cartera agrícola, pero sin éxito porque los llamados no fueron devueltos.
Historial. Los directivos de los semilleros hicieron un repaso de los acontecimientos que terminaron con la inscripción de cuatro híbridos de maíz resistentes a glifosato por medio de la incorporación de evento GA21. Dos de ellos pertenecen a Atar Semillas Híbridas SA, una compañía recientemente adquirida por la agroquímica Atanor y otros dos a Plus Agro, un pequeño semillero de Chivilcoy dirigido por Carlos Zaccardi, empresario que décadas atrás trabajara para la trader y semillera estadounidense Continental.
“No podemos prescindir de las grandes empresas”, comentó Zaccardi en diálogo con este medio. “Hasta ahora no hemos tenido contacto con Syngenta, ni ellos nos llamaron. Pero no queremos ser enemigos de nadie, este es un mundo de negocios”, comentó el empresario.
Zaccardi obtuvo la aprobación de dos híbridos, el BZ Chivilcoy Plus GLR, un híbrido de tres líneas granífero, y el BZ Maxisilo GLR, un maíz forrajero.
En tanto, Atar Semillas Híbridos la obtuvo para sus híbridos Trilenium 515 RR y Trilenium 540 Forrajero RR.
Desde ASA se cuestiona que estos semilleros manipularon durante al menos tres años un evento biotecnológico que no estaba liberado comercialmente sin estar inscriptos en los registros respectivos ni contar con la autorización del propietario de la tecnología, en este caso Syngenta.
De ahí que consideren como una grave violación a la normativa lo actuado por el secretario Miguel Campos, cuando en febrero promulgó la Res. 71/2006, por la cual autorizó a quienes produzca y comercialicen maíces con el evento GA21 a eximirse de cumplir con los requisitos que impone la normativa dada por las resoluciones 39/2003 y 46/2004, para la manipulación y liberación de organismos genéticamente modificados.
En verdad lo que parece haber ocurrido es que los primeros maíces resistentes a glifosato que iba a lanzar Monsanto y que llevaban el gen GA21, allá por fines de los 90, no fueron completamente destruidos. Así, se habla de que llegaron a haber 200.000 hectáreas con hijos de estos híbridos, cuya producción no había sido aprobada oficialmente.
De hecho, el ex subsecretario de Agricultura durante el gobierno de la Alianza, Gustavo Oliverio, que se encontraba presente en el recinto, comentó que la SAGPyA había iniciado un sumario y en ese contexto se había procedido a destruir lotes de estos maíces. Sin embargo, en vista de los acontecimientos posteriores, es factible pensar que no se haya destruido todo ese material.
El caso es que por resoluciones 24 y 25 del Instituto Nacional de Semillas se procedió a la inscripción en el Registro Nacional de Cultivares, que maneja este organismo, a los cuatro híbridos en cuestión. La decisión fue tomada directamente por el secretario Campos sin tener en cuenta la opinión de la Comisión Nacional de Semillas -cuya opinión no es vinculante, hay que aclararlo- que había solicitado más información.
Va por una ley propuesta
La Asociación de Semilleros de la Argentina hizo saber que propondrán que el marco regulatorio actual sobre bioseguridad, conformado por una serie de resoluciones de la Secretaría de Agricultura, se convierta en ley.
El proyecto contempla convertir a las resoluciones que crearon la Comisión Nacional de Biotecnología, el sistema de evaluación de los alimentos obtenidos de transgénicos, el sistema de evaluación para la liberación al medio y el registro de operadores de transgénicos en una ley.
Cronología
01/08/2005. El semillero Atar solicita al Inase la inscripción de dos híbridos con el gen GA21.
22/08/2005. Por resolución 640, la SAGPyA libera comercialmente el gen GA21, a solicitud de Syngenta Seeds.
01/10/2005. El semillero Plus Agro SA solicita la inscripición de dos híbridos de maíz con el evento GA21.
02/11/2005. El Comité de Cereales Estivales analiza el pediod de Atar Semillas. Decide solicitarle los informes técnicos relativos al cumplimiento de las normas de bioseguridad establecidas por la Conabia
08/11/2005. La Oficina de Biotecnología informa que Atar Semillas no presentó solicitudes para la liberación al medio del evento.
17/02/2006. La SAGPyA dicta la Resolución 71 y autoriza la excepción de las normas 39/2003 y 46/2004.
20/04/2006. El secretario Campos instruye al Inase para que proceda a registrar los cuatro híbridos.
Javier Preciado Patiño
jpreciadoi@infocampo.com.ar
