Sin embargo, distinto es el caso de Rusia y Chile, donde sí se evidenciará algún grado de afectación en el comercio y, sobre todo, los valores abonados por el producto.
En el caso de Rusia, los principales proveedores eran la Argentina y Brasil. Sin embargo, el socio mayoritario del Mercosur debió abandonar el barco a fines del año pasado, ante sus múltiples casos de aftosa; mientras que en el caso de nuestro país fue el ¡§capitán¡¨ el que decidió regresar al puerto.
Esta restricción de abastecimiento ya había generado a fines del año pasado una suba en los precios pagados por la ex Unión Soviética, ¡§situación que fue usufructuada por la Argentina¡¨. Pero, ahora, también se cerró la Argentina, por lo que en el corto plazo Rusia no tiene de dónde sacar carne¡¨, recalcó Pablo Lara, director de la consultora Estrateco y economista de Ciccra.
Los otros proveedores históricos de Rusia, Ucrania y la UE, también tienen contraída su oferta.
En este contexto, Lara estimó que Rusia se va a seguir abasteciendo de los estados brasileños que no fueron prohibidos, y de los pocos contratos firmados antes del cierre con la Argentina, lo que impulsaría un consecuente menor abastecimiento y mayor precio”.
La ex Unión Soviética importó en 2005 unas 50.000 t/mes, de origen argentino y brasileño. Nuestro país destinó a ese mercado 190.000 t peso-producto, es decir unas 240.000 t res con hueso (el doble de lo enviado en 2004), por un total de u$s 338 M. El precio promedio pagado en 2005 por la t peso producto fue de u$s 1.800.
En el caso de Chile, el país tampoco tendría de dónde proveerse al cerrar su mercado a ambas naciones por sus respectivos sucesos aftósicos. El país trasandino marginalmente le está comprando algo a Uruguay y Paraguay, “pero es obvio que estos dos últimos países no pueden abastecer la cantidad que normalmente Brasil y Argentina le vendían”, razonó.
El año pasado, Chile pagó unos u$s 2.500 por t peso-producto. En enero de este año, ya se habían cerrado contratos por u$s 3.000 y, a la fecha, el precio seguramente hubiera subido muchísimo más, a partir del cierre del mercado argentino por el foco de Corrientes”. En 2005, Chile importó de la Argentina más de 58.000 t peso producto, por casi u$s 145 M.
El reciente reconocimiento por parte de EE.UU. de un nuevo caso de BSE en su territorio, sumado a la prohibición de ingreso del producto americano impuesta por Japón hace poco más de un mes por encontrar en un embarque material susceptible a la enfermedad de vaca loca, también está modificando la radiografía de proveedores internacionales.
En este sentido, Lara reiteró que “no existen abastecedores que puedan suplir a la Argentina y Brasil en el corto plazo, porque Australia y Nueva Zelanda -dos grandes exportadores mundiales- están cubriendo la ausencia de EE.UU. en Corea y Japón”, y sentenció que Japón disminuirá sus compras internacionales.
Marianela Garbini
mgarbini@infocampo.com.ar
