Raúl Ricci es uno de los herederos de la tradición vitivinícola de la costa de Berisso con la producción de Isabella, una variedad de uva extra dulce con 65% de jugo. La fruta, de origen californiano, encontró en Berisso condiciones propicias para su desarrollo y marcó la historia de muchas familias de inmigrantes que hicieron de ella la base de su economía.
En la segunda mitad del siglo pasado Berisso producía un millón de litros anuales de Vino de la Costa y las vides ocupaban más de 300 hectáreas. Hoy, estos viñateros apenas suman 30 hectáreas y la producción anual es de menos de 30 mil litros. Desde 2003 mantienen firme un espíritu de progreso que esperan les permita llegar a los 80 mil litros el próximo quinquenio. En algunos años, las seis hectáreas que había trabajado su padre se redujeron a dos, disminuyendo sustancialmente la producción de la pequeña bodega familiar. Esta realidad hizo que un grupo de ingenieros de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata se interesara en los viñateros para incentivar el trabajo asociativo en el marco de un proyecto de desarrollo de recursos locales.
2005 fue un año de buena cosecha en todos los sentidos para los viñateros de Berisso: en el ámbito de la Cooperativa se produjeron 29 mil litros de Vino de la Costa y 9 mil de vino de ciruela. Además, obtuvieron el reconocimiento del Instituto Nacional de Vitivinicultura que les sirve de aval para comercializar el producto en todo el territorio nacional y los pone en carrera para comenzar a trabajar en un vino con denominación de origen. También avanzaron en la construcción de una bodega que servirá para concentrar la producción de toda la Cooperativa, que hoy nuclea a 15 viñateros.
Para la cosecha 2006 cuentan con unas 20 mil plantas de la variedad Isabella (vitis labrusca), la misma que se planta en el sur de Brasil, en Uruguay y Paraguay para la producción de vino artesanal. De hecho, los miembros de la Cooperativa planean viajar este año a Brasil para intercambiar información con productores de ese país.
En la Argentina, la única experiencia conocida con esta variedad se encuentra radicada en Colonia Caroya, provincia de Córdoba, pero allí Isabella es mezclada con otras uvas.
Juan Galeán también tiene viñedos y por ahora en su predio se procesa la producción total de la Cooperativa. El Vino de la Costa se comercializa en damajuanas de 5 litros a un precio de 7,50 pesos y en botellas de 3/4 litro a 4 pesos.
“Como ésta es una variedad sumamente jugosa, por cada 10 mil kilos de fruta se obtienen entre 6 mil y 7 mil litros de vino”, comenta Galeán. Para él esta característica convierte a la cepa en una alternativa rentable, ya que productivamente es muy rendidora.
Galeán reconoce que, si bien su familia puede vivir de la producción, aún no es un negocio estable. La mayoría de los productores de la Costa, que son alrededor de 20, tienen entre 1 y 3 hectáreas de viñedos. Muchos de ellos no integran la cooperativa y otros tantos no hacen vino, sino que destinan sus uvas para consumo. En este caso la uva se vende como fruta de mesa, en bandejas de 11,5 kilos en el mercado o en fruterías locales a un costo de entre 14 y 16 pesos.
Viñedos en el país
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura, al cierre de la cosecha 2005, la cantidad total de viñedos en el país ascendía a 25.793 con una superficie de 212.659 hectáreas. En la provincia de Buenos Aires se encuentra apenas el 0.01 % del total. La producción de Vino de la Costa no figura en ninguna estadística. El 51,35 % de los viñedos tiene más de 25 años de antigüedad y el 43,82 % de los viñedos ocupan de 1 a 5 hs.
Milva Veloso
Especial para Infocampo
