Los habitantes de esta región ven con gran preocupación e incertidumbre la insistencia del Gobierno nacional en la ratificación del convenio marco para el control del tabaco, el cual tiene como uno de sus objetivos la erradicación del principal cultivo y motor de estas economías regionales alejadas del centro del país.
Los productores tabacaleros y la población no salen del asombro sobre declaraciones que, livianamente, diferentes funcionarios del Gobierno declararon en los medios de comunicación, donde se observa un desconocimiento total de lo que significa esta actividad para las cientos de miles de habitantes de esta región.
Dicen estar preocupados por las consecuencias que el cigarrillo ocasiona, pero en ningún momento explican que pasará con los más de 30.000 productores, ni del millón de personas que dependen directa e indirectamente de esta actividad.
Por otra parte los productores señalaron que no realizan este cultivo por capricho. Durante muchos años han intentado diversificar su producción con otros cultivos, sin poder obtener resultados positivos, principalmente por la falta de una política agropecuaria regional y nacional, lo cual les ocasionó perdidas cuantiosas, siendo el tabaco el único que les ofrece un futuro promisorio.
Por otra parte los productores jujeños recordaron que hace 50 años tuvieron que abandonar uno de sus principales cultivos, como fue la vitivinicultura, por una imposición nacional, lo que les demandó muchos años de esfuerzo y sacrifico encontrar otro que lo sustituyera y ahora parece repetirse la historia. Por otro lado cabe destacar que esta actividad aporta el estado anualmente en todo concepto, más de $6.000 millón.
Cabe destacar que el tabaco argentino, a pesar del poco volumen que se produce en nuestro país en relación con los principales productores del mundo, es reconocido mundialmente por su presentación y calidad, por lo cual se exporta casi 80% de su producción.
Ley sí, acuerdo internacional no
Los productores no están en desacuerdo con la Ley Antitabaco que desalienta el consumo del cigarrillo, por el contrario, en los ámbitos donde se desarrolla el cultivo están contribuyendo al mejoramiento de la salud. Pero sí rechazan un convenio internacional que tiene normas supralegales y que atenta contra el sustento económico de esta región. Y más teniendo en cuenta que desde el Gobierno nacional reconocieron que todavía no se ha realizado ningún estudio para medir el impacto económico de la sustitución de cultivos del NOA y NEA, es decir, no se tiene idea como reaccionaran las variables de empleo, producción y exportación en las siete provincias tabacaleras.
Por esto, los productores no pueden creer que el presidente Kirchner, que estuvo en Jujuy antes de las elecciones, insista en un convenio internacional que perjudica a su principal cultivo.
