La Organización Mundial del Comercio (OMC) avaló el reclamo de la Argentina, Estados Unidos y Canadá por las trabas dispuestas por la Unión Europea ante las compras de productos transgénicos y genéticamente modificados.
Es la primera vez que la Argentina se erige como demandante en la OMC sin la asistencia de consultores privados. Se trata de un caso complejo técnica y científicamente.
Aunque no trascendieron los detalles del relevamiento, se pudo precisar que el organismo solicitó a la UE la modificación de la normativa comunitaria para autorizar el ingreso de esos productos específicos, de acuerdo con lo establecido por medios internacionales.
Este fallo da lugar al reclamo presentado en mayo de 2003 por Estados Unidos, Canadá y Argentina, los que denunciaron la moratoria que aplicó la Comunidad Europea a la aprobación de nuevos productos transgénicos.
El dictamen de la OMC considera que la denominada moratoria de facto sobre la aprobación de nuevos OGM que la UE mantuvo durante seis años hasta los primeros meses de 2004 era carente de toda base científica y estaba en contra de los tratados comerciales al denegar el libre comercio y la libre elección de los consumidores.
De esta forma, la determinación adoptada por la OMC permite destrabar la compra, fundamentalmente de granos OGM, por parte de los países que integran la Unión Europea.