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Intereses contrapuestos

Un trabajo de AACREA y del INTA Balcarce garantiza la inocuidad para los consumidores. Los exportadores dicen que "comete omisiones". Todos miran a la UE

Un trabajo de AACREA y del INTA Balcarce garantiza la inocuidad para los consumidores. Los exportadores dicen que "comete omisiones". Todos miran a la UE
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Exportadores hablan de perjuicios

Al momento de analizar el uso de anabólicos como herramienta productiva, “habría que ver su contribución para el aumento de la producción global y el impacto de los costos que se tendrán en materia de control para la hacienda destinada al mercado externo”, consideró Héctor Salamanco, director ejecutivo del consorcio ABC.

El dirigente enumeró a Infocampo una serie de objeciones, como que “la relación costo beneficio no justifica su inclusión; en primer lugar porque las contribuciones al aumento de producción son marginales y existen otras alternativas como mejorar la alimentación o la sanidad, que tienen costo cero”. Además, Salamanco destacó que los costos por la adopción de esta tecnología y su necesaria trazabilidad “deberían estar cargados a quienes usan el anabólico”.

Desde el ABC, también se objetó el estudio de AACREA por “contener omisiones, como los efectos de retención de agua en los anabólicos. En los deportistas, por ejemplo, producen bloqueos en la degradación de proteínas”, ejemplificó.

AACREA a favor de los anabólicos

Un estudio de la Asociación, elaborado por técnicos de la Unidad Integrada Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Mar del Plata-INTA Balcarce, aseguró que “los implantes en base a estrógenos (tales como 17°-estradiol o zeranol) no presentan efectos perjudiciales sobre la salud de los consumidores debido a que no dejan residuos en la carne”.

El trabajo, además, sostiene que “el hecho de no poder implantar animales destinados al consumo interno implica una pérdida económica del 33,8% en el margen neto” de los sistemas productivos.

En concreto, Juan Elizalde y Sebastián Riffel sostienen que, por no poder implantar al menos una parte del rodeo vacuno, “en la Argentina se dejan de producir anualmente entre 40.000 y 80.000 toneladas (peso vivo), dependiendo del porcentaje de adopción de la técnica y considerando que sólo se implantan entre el 20 y el 40% de los animales”.

Para los expertos, la implementación de un sistema de trazabilidad, que diferencie claramente cuáles son los animales tratados, permitiría la continuidad de las colocaciones en la UE (que objeta ferozmente su uso), bajo un sistema similar al utilizado por los grandes proveedores mundiales de carne, como Australia.

El que manda es el consumo

“Estamos de acuerdo en la utilización de anabólicos que no incidan en la salud, porque mejoran la productividad de los rodeos”, dijo Oscar Alvarado. Igualmente, el productor aclaró que “el que manda es el consumidor, así que necesitaríamos saber si los argentinos están de acuerdo”. Alvarado dejó en claro que “se podría sostener un sistema dual, pero tenemos muchísimas dudas de que se pueda hacer en el mercado de carne, por estar viciado de irregularidades y falta de control”. Para Carlos Vangélderen, del IICA, habría que llegar a tener “un sistema de producción dual, pero certificado”, para no perjudicar los envíos.

De Achával, en tanto, se mostró totalmente de acuerdo y argumentó que “el animal va a depositar más proteína y menos grasa. Además, está totalmente probado que disminuye el costo productivo entre un 10 y un 15%”. Javier Martínez del Valle aportó otro condimento: “Al haber un marco regulatorio se desalienta el uso de productos ilegales”.

Carlos Pujol, en tanto, coincidió en que habría que “dar garantías a la UE. Pero implicaría establecer un doble estándar, que es lo que se quiso evitar”.

Marianela Garbini

mgarbini@infocampo.com.ar

Un trabajo de AACREA y del INTA Balcarce garantiza la inocuidad para los consumidores. Los exportadores dicen que "comete omisiones". Todos miran a la UE
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Exportadores hablan de perjuicios

Al momento de analizar el uso de anabólicos como herramienta productiva, “habría que ver su contribución para el aumento de la producción global y el impacto de los costos que se tendrán en materia de control para la hacienda destinada al mercado externo”, consideró Héctor Salamanco, director ejecutivo del consorcio ABC.

El dirigente enumeró a Infocampo una serie de objeciones, como que “la relación costo beneficio no justifica su inclusión; en primer lugar porque las contribuciones al aumento de producción son marginales y existen otras alternativas como mejorar la alimentación o la sanidad, que tienen costo cero”. Además, Salamanco destacó que los costos por la adopción de esta tecnología y su necesaria trazabilidad “deberían estar cargados a quienes usan el anabólico”.

Desde el ABC, también se objetó el estudio de AACREA por “contener omisiones, como los efectos de retención de agua en los anabólicos. En los deportistas, por ejemplo, producen bloqueos en la degradación de proteínas”, ejemplificó.

AACREA a favor de los anabólicos

Un estudio de la Asociación, elaborado por técnicos de la Unidad Integrada Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Mar del Plata-INTA Balcarce, aseguró que “los implantes en base a estrógenos (tales como 17°-estradiol o zeranol) no presentan efectos perjudiciales sobre la salud de los consumidores debido a que no dejan residuos en la carne”.

El trabajo, además, sostiene que “el hecho de no poder implantar animales destinados al consumo interno implica una pérdida económica del 33,8% en el margen neto” de los sistemas productivos.

En concreto, Juan Elizalde y Sebastián Riffel sostienen que, por no poder implantar al menos una parte del rodeo vacuno, “en la Argentina se dejan de producir anualmente entre 40.000 y 80.000 toneladas (peso vivo), dependiendo del porcentaje de adopción de la técnica y considerando que sólo se implantan entre el 20 y el 40% de los animales”.

Para los expertos, la implementación de un sistema de trazabilidad, que diferencie claramente cuáles son los animales tratados, permitiría la continuidad de las colocaciones en la UE (que objeta ferozmente su uso), bajo un sistema similar al utilizado por los grandes proveedores mundiales de carne, como Australia.

El que manda es el consumo

“Estamos de acuerdo en la utilización de anabólicos que no incidan en la salud, porque mejoran la productividad de los rodeos”, dijo Oscar Alvarado. Igualmente, el productor aclaró que “el que manda es el consumidor, así que necesitaríamos saber si los argentinos están de acuerdo”. Alvarado dejó en claro que “se podría sostener un sistema dual, pero tenemos muchísimas dudas de que se pueda hacer en el mercado de carne, por estar viciado de irregularidades y falta de control”. Para Carlos Vangélderen, del IICA, habría que llegar a tener “un sistema de producción dual, pero certificado”, para no perjudicar los envíos.

De Achával, en tanto, se mostró totalmente de acuerdo y argumentó que “el animal va a depositar más proteína y menos grasa. Además, está totalmente probado que disminuye el costo productivo entre un 10 y un 15%”. Javier Martínez del Valle aportó otro condimento: “Al haber un marco regulatorio se desalienta el uso de productos ilegales”.

Carlos Pujol, en tanto, coincidió en que habría que “dar garantías a la UE. Pero implicaría establecer un doble estándar, que es lo que se quiso evitar”.

Marianela Garbini

mgarbini@infocampo.com.ar

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