Dicen que hay que tomar distancia para tener mejor perspectiva de las cosas. En mi caso no funcionó. Sigo teniendo las mismas dudas respecto de nuestra realidad. Luego de pasar una semana en Alemania, uno tiene la sensación que ni siquiera estamos en el camino. Y no hablo de diferencias de calidad de vida. No todo es plata. Los alemanes hace 60 años estaban sumergidos en la peor hora de su historia. Pasaron cuatro generaciones de trabajo. De inteligencia aplicada. De crecimiento sostenido. Y lograron salir del infierno. Lo que algún simplista definió como el milagro alemán. ¿Por qué ellos sí y nosotros no? Un amigo alemán que nos acompañó en la gira nos dio una pista: Konrad Adenauer. Fue el hombre que se puso al hombro la tragedia y lanzó a una sociedad humillada, confundida y desorientada hacia el futuro. El y toda la clase política, empresaria e intelectual alemana de mediados del siglo XX. Hoy nadie se preocupa por el pasado. Están muy ocupados reconstruyendo Berlín para transformarla en el centro político y económico de Europa. Una vez más comprobamos que, en el mano a mano, los argentinos no somos menos que nadie. Pero en el conjunto, hay sociedades que saben trabajar mucho mejor que nosotros. ¿Nos faltan líderes? Parece que sí. Miremos los temas de la última semana en la Argentina (fotos). Hay señales de agresión al sector agroindustrial. Nadie nos está hablando del futuro. Y eso nos está complicando el presente.
Ibarra.
El jefe de gobierno porteño fue suspendido en sus funciones, sin goce de haberes, por la Legislatura. Juicio político por Cromagnon
Lavagna.
Luego de su duro discurso contra los exportadores por sus críticas a la Resolución 616, hizo un guiño a los aceiteros en su viaje a Rosario
Kirchner.
Cortó el diálogo con la Iglesia y la acusó de actuar ¡§como un partido político¡¨. La Episcopal le recordó los peligros de un estallido social
Daniel Díaz
ddiaz@infocampo.com.ar
