El Consejo General de Educación (CGE) dispuso bajar de categoría a casi cien escuelas rurales, de las cuales el 95 por ciento se convierte así en establecimiento de personal único debido a la baja matrícula, consecuencia a su vez del éxodo de familias del campo a la ciudad. La disposición viene a remarcar una tendencia que se observa ya desde hace por lo menos dos décadas: la fuerte pérdida de matrícula en este tipo de unidades educativas.
Actualmente, el 48,45% de las casi 800 escuelas de campo es de personal único, y entre éstas, una de cada cuatro cuenta con menos de diez alumnos. Aunque su permanencia en el área rural es de vital importancia: representan el 59 por ciento de la oferta educativa en Entre Ríos, atienden al 14 por ciento de la matrícula total del sistema y cuentan con el 16 por ciento de la totalidad de maestros primarios.
“Esta recategorización es consecuencia de la caída de la matrícula. Cada escuela obtiene su categoría de acuerdo a la matrícula que posee: si cuenta con hasta 18 alumnos es de personal único; de 18 en adelante, de cuarta categoría, con un director y un docente a cargo de alumnos. Esta es una situación que ya se sabía, no es que de repente se quedaron sin alumnos. Ahora lo que hicimos es dictar una resolución para reubicar de categoría a cada escuela”, indicó Víctor Hugo Quintana, subdirector de Escuelas Rurales del CGE.
“Con las últimas actualizaciones, las diferencias han quedado un poco desdibujadas. El salario de un director de personal único es de 317 pesos de básico, mientras que uno de cuarta categoría es de 140 pesos. Es decir, muy poca diferencia”.
El gremio docente salió a reclamar que se “respeten los derechos adquiridos” de los docentes cuyos cargos serán suprimidos como consecuencia de la baja de categoría que se dispuso para un centenar de escuelas rurales. Más simple en cambio es el camino para los casos de escuelas que ascienden de categoría, en cuyo caso el trámite es automático.
