“El concepto sobre el rol de la fertilidad que tienen los productores norteamiericanos ha permitido que el cinturón maicero de los EE.UU. sea uno de las más eficientes del mundo.” La apreciación corresponde al Prof. de Fertilidad de Suelos de la Universidad del Estado de Iowa, Dr. Antonio Mallarino. Un experto en nutrición de cultivos que invitado por AAPRESID, disertó en nuestro país sobre el manejo estratégico de la fertilización de maíz y soja. El especialista comentó que una de las mayores preocupaciones de los americanos es trabajar en formas más eficientes de aplicación para conservar el recurso (suelo), así como evitar la contaminación ambiental. “Probablemente esas prácticas sean mucho más costosas. La discusión para los próximos años será buscar la manera de llegar a ellas, cambiando las formas de manejo, optimizando la economía del productor, la facilidad de utilización y el poco riesgo”. Es decir, los técnicos ya saben que uno de los fundamentos por cambiar en fertilización pasa por encontrar un implemento accesible y barato que permita incorporar una gran parte de la dosis de N aplicada al cultivo. Para que esto suceda el productor debe evaluar los costos y practicidad de las nuevas herramientas para análisis de suelo, los sensores remotos ó fotografías aéreas que permiten leer y medir las necesidades de fertilización de los cultivos. También otras tecnologías como la fertilización variable con GPS se presenta como alternativa. “Es cierto que en EE.UU. se aplican altas dosis de fertilizantes, como también es real que a ningún productor se le ocurriría adoptar una postura tan crítica o analítica como la de los agricultores argentinos. Allá, el promedio de los productores aplica más fertilizante que lo indicado por los técnicos. Está claro que para el agro de EE.UU. la fertilidad es la base de la producción, hay estudios que los justifican a largo plazo”, explicó Mallarino.
Leonardo Stringaro – Especial para Infocampo
