Desde la Comisión de Economía y Producción, trataron de llegar a una solución para el sector. Sin embargo, el legislador Pedro Stordeur, de Recrear, confirmó que el Estado no intervendrá en la problemática del limón y aseguró que ya les dijeron que “los productores que perdieron sus limones no recibirán ningún subsidio por parte del Gobierno”.
Si bien no hay datos oficiales, aunque desde la Secretaria de la Producción habían asumido un compromiso para censar a todos los productores del interior de la provincia, serían más de 200 personas vinculadas con esta actividad, que debieron tirar la fruta ante la imposibilidad de venderla en el mercado local.
No hay que dejar de lado, que en la última temporada del citrus se desperdiciaron cerca de 300.000 toneladas por la falta de compradores, según cifras que maneja la Asociación Tucumana del Citrus.
En este sentido, la situación de crisis que este año atravesó el sector limonero de Tucumán, tanto en lo productivo como en lo comercial, hizo que productores, industriales y comercializadores analicen los problemas existentes para diseñar una estrategia en la campaña 2006.
Igualmente, durante este año hubo demanda externa para la fruta fresca (10% más respecto de la campaña anterior), cuya calidad es mundialmente reconocida y apreciada. Lo que cambió fue el apetito de los derivados industriales del citrus: que involucra aceites esenciales, jugos y cáscara disecada.
Pero no hay que dejar de lado, que el mayor inconveniente se presenta en la dificultad de insertar los limones en el mercado.
El problema es que Tucumán dedica 70% de su producción de fruta a la industria y la Comunidad Europea, principal cliente, que exige un limón perfecto y si no se cumple con este requisito de calidad, no sirve.
