En las regiones más afectadas los campos se quedaron sin cobertura forrajera, las aguadas se reducen y las napas están muy bajas para que las aprovechen las pasturas. El girasol, que incrementó el área sembrada, todavía resiste, pero los trigos están deteriorados.
El secretario de Agricultura, Daniel Costamagna, recorrió la región y comentó que está comprometida la producción ganadera por el mal estado de los campos “porque falta pasto y las napas están muy bajas”, sobre todo en Vera, 9 de Julio y General Obligado. De todos modos comentó que aún no se maneja la posibilidad de declarar la emergencia agropecuaria.Por su parte, técnicos de la zona nordeste comentaron que se están complicando los cultivos de girasol que “en algunos casos están muy ajustados y en otros los lotes quedaron desparejos”, aunque estimaron que con una lluvia de 50 mm en los próximos días podrían mejorar. La siembra está avanzada en un 90% y hasta el momento el área dedicada a la oleaginosa creció un 20% “pero que con un poco de agua se puede estirar hasta el 30%”, agregaron. Los trigos, en cambio, “pierden rinde día a día”. En 9 de Julio, departamento que linda con Santiago del Estero y Chaco, “hay una seca significativa”, relató un productor, que destacó la falta de pasto para la hacienda. “Sólo las pasturas tempranas, como los melilotus de febrero-marzo, están produciendo bien, pero los pastizales naturales están en un mal momento”, explicó.
Con el retraso de las lluvias de septiembre la preocupación se proyecta al verano, porque si las precipitaciones no son buenas los suelos no alcanzarían a recargarse para el próximo invierno. En la cuña boscosa, en Vera, se notan problemas con las aguadas y la falta de pastos, lo que obliga a la hacienda a “ramonear” los árboles en el interior de los montes.
Juan Manuel Fernández
Corresponsal de Infocampo en Santa Fe