El funcionario explicó en Infocampo TV que existen reglamentaciones que regulan los aspectos ambientales, como por ejemplo el Protocolo de Kyoto, “un pacto internacional por el cual los países desarrollados se comprometieron a reducir y limitar la emisión de ciertos gases a la atmósfera, denominados gases de efecto invernadero”.
Marín explicó que los países desarrollados poseen una fecha límite para el cumplimiento de este compromiso, que implica “una reducción del 5% en las emisiones gaseosas que tenían en el año 1990”.
El funcionario confirmó que “el límite para cumplir con esto es el año 2012”. En este contexto, Marín recordó que en la Argentina se trabaja desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en la implementación de dos tipos de políticas.
Por un lado, “las políticas destinadas a mitigar el cambio climático, que tienen que ver con reducir la emisión de estos gases”, entre las cuales mencionó la promoción de energías renovables.
Por el otro, están las políticas que tienen que ver con la adaptación al cambio climático; “es decir, todo lo que tiene que ver con desarrollar, por ejemplo, la infraestructura necesaria para contener inundaciones en lugares bajos, costeros”, entre otros.
Marin argumentó que el sector agropecuario “es una fuente importante de emisiones de estos gases”, y destacó, como ejemplo, la cosecha de arroz.
El funcionario señaló que este cereal constituye “una fuente de emisiones de metano”, así como “todo el consumo del combustible fósil de la maquinaria agrícola, la fermentación del estiércol del ganado y el manejo de estos abonos”.
Marin comunicó que en algunas de las actividades mencionadas se han generado alternativas posibles de cambio, para evitar la fuerte emisión gaseosa.
Así, destacó que “en particular, en lo que tiene que ver con manejo de desechos de granjas porcinas hay alternativas muy interesantes a partir del uso de biodigestores, que puedan capturar el metano y ser utilizados luego para generación de energía”.
El funcionario confirmó que “de este tipo de proyectos, hay ejemplos concretos en Brasil y México”, y aseguró asimismo que ya existe una empresa en la Argentina trabajando con varios establecimientos porcinos para implementar este tipo de actividades.
Bonos de carbono
Finalmente, Marín explicó que el mercado de bonos de carbono, consiste básicamente en una demanda que viene de los países desarrollados, los gobiernos y las empresas que adoptaron el Protocolo de Kyoto” y que, para poder cumplir con ese compromiso “pueden hacer acciones domésticas de reducción de emisiones” o pueden hacer esas mismas acciones en países en desarrollo, como por ejemplo la Argentina.
Así, destacó que “la Argentina puede participar de este proyecto a partir de recibir u hospedar proyectos de reducción de emisiones que sean sponsoreados o llevados a cabo por estos gobiernos o compañías de raíces”.
El funcionario expuso que esta actividad puede darse en cualquier provincia de Argentina y resaltó que “ya tenemos planes concretos: dos proyectos de captación de metano en rellenos sanitarios, (en Olavaria y en Villa Dominico), un proyecto de generación de energía eólica en Comodoro Rivadavia y un proyecto de destrucción de perfluoruros carbonados”.
Verónica Scornik
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