“En el país se consumen 300 gramos per cápita por año, que es muy poco en relación a otros países. Se ha venido prostituyendo el producto y la gente cree que cae pesado, pero hicimos un informe y descubrimos que tiene menos colesterol que el pollo, aunque la gente no lo sabe y es difícil incorporar el cordero patagónico a la dieta. Queremos hacer una campaña, pero como no tenemos hacienda, se complica”.