El tipo de cambio efectivo con que cuenta el sector agrícola y el aumento de los costos de producción, combinados con la caída del precio de los commodities estarían deteriorando rápidamente los beneficios que provocó la devaluación.
El informe muestra que el tipo de cambio efectivo (que incluye los impuestos a la exportación) se ha mantenido muy estable y en la actualidad está en el nivel previo a la devaluación para los cuatro cultivos principales.
Aunque la situación es muy diferente para cada caso de acuerdo con los rendimientos alcanzados y a la ubicación de su explotación respecto de los puertos, los márgenes actuales que arrojan el maíz y el trigo son prácticamente similares a los de cuatro años atrás, cuando todavía estaba vigente la convertibilidad y el agro atravesaba momentos difíciles. Frente a este escenario se especula con que a menos de que se produzcan subas importantes de precios, es probable que los productores opten por sembrar más soja y girasol, en detrimento de otros cultivos.