Las nuevas normas aprobadas por la Organización Internacional de Epizootias (OIE) sobre vaca loca modificarían los criterios sustentados hasta ahora para controlar esta enfermedad. Las medidas podrían perjudicar a la Argentina, por exigir otros tipos de monitoreos que los que se vienen realizando desde los años 90.
Las nuevas directivas del Código Zoosanitario Internacional establecen las condiciones que deben cumplir los países para clasificarse como de riesgo insignificante, riesgo controlado y riesgo indeterminado.
Hasta la nueva modificación existían cinco categorías para los países: libres, provisionalmente libres y los de riesgo mínimo, moderado y grave.
Si bien nunca se llegó a declarar a ningún país “libre”, la Argentina es uno de los cuatro únicos países considerados “provisionalmente libre”, junto a Islandia, Singapur y Uruguay, por haber demostrado mediante Análisis de Riesgo no tener la enfermedad en su territorio.
Según las medidas que se aplicarían en el 2006, nuestro país ingresaría en Riesgo Insignificante, para lo cual deberá cumplir un sistema de muestreo en base a “puntaje” según la nueva clasificación de animales controlados que estipula la norma.
Este sistema involucraría la realización de un número considerable de diagnósticos a miles de animales, con la aplicación de tests rápidos importados, cuyo costo exceden los veinte dólares por animal en el mercado internacional.
De no modificarse esta medida, su aplicación representará para el país un costo importante por los complejos análisis de laboratorio y por la ampliación del trabajo que se viene realizando con esfuerzo y responsabilidad desde instituciones públicas y privadas.
Cambió el juego
Ante la presencia de más casos de “vaca loca” y en más países, las luchas por las pérdidas de mercados de carnes de alto valor se van viendo reflejadas en el juego del mercado internacional.
Países con casos de la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos -con un reciente caso autóctono y otro importado de Canadá- pujan en el ámbito mundial por priorizar las medidas de contención, precisión y rápido diagnóstico, por sobre los antecedentes de los que no registran la enfermedad, como es el caso de la Argentina y Uruguay.
Marcela Gimeno Especial para Infocampo