La presentación oficial se realizó el 28 de junio y el Lic. Llach aseguró que de aplicarse esta reforma la Argentina lograría un aumento en la inversión y en las exportaciones, un significativo blanqueo de la economía y la generación de nuevos empleos por el crecimiento de la economía y el mayor desarrollo del país.
El trabajo presenta dos propuestas. Ambas tienen los mismos objetivos. Sin embargo, dadas las evidentes dificultades para cumplir el mandato constitucional de una nueva Ley de Coparticipación Federal, se consideró conveniente mostrar dos caminos para llegar a esos objetivos, con y sin reformas de la coparticipación.
Primera propuesta: un sistema impositivo para el desarrollo y la equidad sin modificar la coparticipación federal. La misma apunta a eliminar o reducir sustancialmente los impuestos distorsivos, creando al mismo tiempo las condiciones para que en su reemplazo tenga un papel muy importante el impuesto a las ganancias. Aunque en el trabajo se presentan tres alternativas para realizarla aquí se propone la que él mismo recomienda.
Para financiar esta propuesta se prevén tres caminos, considerándose que todos son necesarios: Autofinanciamiento; Eliminación de exenciones: eliminación de un conjunto de exenciones o gastos tributarios hoy vigentes, y que carecen de justificación económica; Crecimiento de la economía: combate a la evasión.
Segunda propuesta: un sistema impositivo integral para el desarrollo, la equidad y el fortalecimiento del federalismo. Aunque la segunda propuesta es independiente de la primera, en todos los ejercicios de simulación se ha supuesto que se realiza conjuntamente o después de la primera. Los cambios impositivos que se añaden tienen que ver con una modificación de las potestades tributarias de Nación, provincias y municipios.
Uno de sus principales resultados es que se achica la “caja negra” de la masa coparticipable, se elimina el actual laberinto de la coparticipación, ininteligible para los ciudadanos, y se llega a un sistema completamente transparente, que hace explícita la naturaleza predominantemente horizontal de las transferencias de recursos entre jurisdicciones.
Va siendo la hora de que la Nación, las provincias y los municipios entiendan que el único tesoro genuino que queda por descubrir es el de un sistema impositivo que permita combatir eficazmente la evasión mediante su aptitud para permitir el crecimiento y basarse en la responsabilidad fiscal y en una democracia más genuinamente representativa.