Todos los ojos todos (y los oídos también) estuvieron desde bien temprano (era la primera disertación del segundo día) dispuestos a seguir atentamente lo que tenía que decir el titular de la JC Intelligence China (JCI), la principal consultora en agronegocios de Shangai, Hanver Liqiang.
Traductora mediante, que tuvo sus tropiezos en su tarea, Liqiang dio una visión clara de cómo está hoy la segunda economía del planeta. Y cómo serán las reglas de juego que el gigante asiático se fijó para los próximos años.
Lo primero que señaló es que “hay 800 millones de campesinos chinos que están empujando el consumo en mi país. Un dato: las compras de carne en el campo ya son un 25% de lo que se vende en las ciudades. Si los ingresos rurales aumentaran entre un 3 a un 4%, habría, inmediatamente, un aumento en el consumo de carne, huevos y leche. Como el gobierno chino quiere la integración campo-ciudad decidió realizar fuertes inversiones en el interior en infraestructura: caminos, agua potable y salud”. No obstante aclaró que “estamos lejos de los standards de consumo mundial. Por ejemplo, en harina de soja, el promedio en China es de 38 a 42 kg/habitante/año. En el mundo es de 75 a 100 kg/habitante/año. Otro tanto sucede con el consumo de aceite: 14 kilos vs. los 20 kilos/habitante/año en el resto del mundo”.
Y además “hoy somos exportadores de maíz, pero en tres a cinco años pasaremos a ser importadores por el aumento de la demanda interna”. Respecto de las importaciones de productos agropecuarios (y sobre todo soja), Liqiang fue claro: “Es una tendencia creciente y es irreversible. Allí, la Argentina tiene una oportunidad clara y que no debería desaprovechar”.
Los europeos en época de replanteo
“La UE atraviesa una crisis política con repercusiones económicas que puede considerarse como una de las más profundas de su historia. El rechazo del electorado francés y holandés a la propuesta de nueva constitución y las grandes diferencias entre Francia y el Reino Unido sobre el presupuesto 2007/2013, han generado fuertes temores en los mercados sobre el futuro de la región”, señaló Juan Martín Rebolini. Y agregó que “una evaluación realizada junto al Dr Heino von Bassewitz anticipa, entre otras cosas que, a partir de este año, los alemanes reciben subsidios fijos por hectárea. En Francia, el proceso llevará 8 años. Bajarán la producción de granos y carne vacuna en los próximos 5 años. Y producir energía (biogas/electricidad) sería mejor negocio que producir alimentos. Por eso, se expande el consumo de biodiesel”. En síntesis “resulta difícil avistar cuál puede ser el resultado de la actual crisis de la UE. Si se cumple la reforma de la PAC y los acuerdos previos sobre el próximo presupuesto, se abrirían mayores oportunidades para las exportaciones sudamericanas en carnes, cereales y aceites vegetales, aunque podrían afectarse las colocaciones de harinas proteicas”.
Las claves del antidesarrollo
“¿Asia será para la Argentina la Europa del siglo XXI”? Esta fue una de las preguntas-reflexiones que realizó al auditorio Juan José Llach en su disertación. El economista hizo un repaso sobre el “galimatías” impositivo y la falta de una política de crecimiento en la Argentina. “La historia de la industria frigorífica es el ‘mejor’ símbolo del fracaso de nuestro país como productor y comercializador agroalimentario de clase mundial”. Entre otras razones, habló del proteccionismo agroalimentario, de los precios relativos de una economía cerrada y el “galimatías” impositivo. “Sesgan la asignación de recursos a sectores( retenciones) o entre empresas (ganancia presunta), sin justificación económica (caso de recursos no renovables o bienes insalubres). Y recordó que alguien dijo que “los ingresos fiscales federales han aumentado gradualmente merced a impuestos distorsivos tales como los que gravan las transacciones financieras y las exportaciones. El propósito de nuestra administración es mejorar los ingresos con el crecimiento económico y una mejora de la efectividad de la recaudación. Esta mejora será suficiente para eliminar gradualmente los impuestos distorsivos”. ¿Quién? El Gobierno Nacional en la presentación de su propuesta para renegociar la deuda en Dubai.
