La producción y comercialización de las denominadas frutas finas, entre las que se encuentra el arándano, es una actividad que sigue en franco crecimiento.
Al menos eso es lo que se observa en Tucumán, frente al desembarco de nuevos productores, que se suman a los tucumanos y porteños que ya tienen sus explotaciones en desarrollo. Incluso existen importantes inversiones originarias de Chile.
La fruta que se produce en el sur de la provincia llega a los EE.UU., Canadá, la Unión Europea e, incluso, a Japón.
“Nuestro principal objetivo es lograr mejorar la calidad de la fruta fresca que producimos, porque los mercados que consumen arándanos son muy exigentes en este sentido”, comentó para Infocampo el presidente de la regional NOA -con sede en Tucumán- de la Cámara Argentina de Productores de Arándanos y otros Berries (CAPAB), Salvador Eduardo Gallo. “La certificación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) es la condición ideal a la que deberían llegar todos los productores, porque estar certificados ya es una exigencia normal en los principales puntos de consumo del mundo”, comentó el empresario.
Asimismo buscan variedades que se adapten a la zona.
Daniel Vaca
Corresponsal de Infocampo en Tucumán