La Feria Universal de Aichi, un evento que se desarrolla entre marzo y septiembre de 2005, es un ámbito ligado a los negocios internacionales, pero desde la instauración de una imagen país. En el caso de la Argentina, única nación de Sudamérica con stand propio, su semana comenzará el 11 de julio, con la participación de una misión mixta, empresaria y gubernamental.
Con un fuerte antecedente, como fue la exitosa participación en la Foodex 2005, las empresas nacionales tratarán ahora de conquistar a la “más difícil de todas las perlas asiáticas”. Es que “Japón es un mercado muy complicado porque llega a los tops de estándares de calidad”, reconoció Angel Machado, presidente del Comité Mixto Empresario argentino-japonés.
A este mercado de 140 M de habitantes, con un ingreso per cápita muy superior a los U$S 20 mil en la mayoría de su población, hay que mirarlo desde otra perspectiva: “a través de nichos de consumo, porque no podemos abordarlo si no estamos seguros de poder llegar a los altísimos niveles de calidad y con una oferta constante”.
Para Machado, el discurso para el empresariado nacional es simple: mirar a Japón como un mercado de nichos y saber que su fuerte estructura de comercio exterior “no sólo nos va a comprar para ellos, sino para terceros mercados”.
Ante tan lógica ecuación, la pregunta obligada para Kimihiko Inaba, director del Japan External Trade Organization -JETRO-, fue el perfil de demanda de su país: “Japón no busca productos determinados, sino calidad y sanidad; esto atrae a los consumidores”.
El especialista agregó que “en Argentina hay posibilidad de comprar mayor valor agregado y procesados, como orgánicos y vinos”.
Inaba explicó que Japón tiene una sociedad de baja natalidad y con gran participación de ciudadanos de mayor edad, y “lo que ellos quieren es comer comida más sana, entonces el concepto orgánico de la Argentina se traduce en una gran ventaja”.
Por otra parte, los japoneses tienen un feeling especial con los vinos nacionales. Si bien la Argentina es el sexto productor mundial, “debe ganar más mercado en Japón” (en la actualidad ocupa menos del 1 por ciento), exhortó el director del JETRO. Nuestro país es el segundo proveedor de vino a granel, pero con una curiosidad: “se embotellan allá y se venden como vinos japoneses. Tienen una muy buena aceptación por ser vinos de alta calidad. Pero si se vendieran con su propia marca, el valor agregado sería muy superior”, razonó.
Otro de los intereses de Japón en la Argentina es el desarrollo de productos alimenticios, “lamentablemente, Japón no tiene materia prima suficiente, pero sí establecería una alianza con la industria argentina”, anticipó Inaba, para completar que el interés del JETRO es “traer envases para alimentos y potenciar la industria argentina en los mercados externos. Una oferta más que envidiable”.
El año pasado, Japón importó desde Argentina 49.000 M de yenes (un dólar son 105 yenes), y nuestro país ocupaba el lugar 49 entre sus proveedores. En tanto, las exportaciones de Japón hacia la Argentina sumaron 47.000 M de yenes, ocupando nuestro país la posición 60 en el ranking de exportaciones japonesas.
Marianela Garbini
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