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Los años se vienen encima y afectan el rinde

Casi el 80% de las operaciones de compra de unidades nuevas involucra la toma de una usada. Los concesionarios son los grandes arquitectos de la redistribución en un mercado que se achica por la brecha tecnológica.

Casi el 80% de las operaciones de compra de unidades nuevas involucra la toma de una usada. Los concesionarios son los grandes arquitectos de la redistribución en un mercado que se achica por la brecha tecnológica.
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Es un mercado que posee pocas estadísticas, porque se desarrolla a la sombra de sus hermanos más jóvenes. No obstante, y a pesar de la brecha tecnológica que abren los últimos modelos, las maquinarias con menos de diez años de antigüedad aún siguen surcando los campos argentinos.

Infocampo consultó a empresarios y representantes del sector para evaluar cuál es el estado de situación de la compra y venta de maquinaria usada en la Argentina.

El presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), Héctor Sendoya, se refirió a la antigüedad del parque argentino de maquinarias. “Hoy tenemos 180.000 tractores con una antigüedad promedio de 18 años, mientras que en cosechadoras (18.000 unidades) nos encontramos en los 10 u 11 años”, explicó. Y agregó: “Esto implica una gran obsolescencia mecánica (confiabilidad y performance) y tecnológica (sistemas hidráulicos antiguos de centro abierto y motores que consumen mucho y contaminan) en tractores”. En el caso de las cosechadoras, su desgaste es más fácil de ver a partir de su nivel de pérdidas.

Desde la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), su titular, Jorge Scoppa, considera que durante 2005 el mercado de maquinarias usadas ha caído. No obstante, hace una diferenciación: “si tomamos máquinas de diez años de antigüedad la demanda se mantiene. En cambio, las máquinas del ’90 hacia atrás son las que más desactualizadas quedaron, porque ahí hubo un salto tecnológico”.

El contratista tiene que modernizarse e ir renovandose constantemente, porque los grandes establecimientos tomadores de servicios exigen tecnología. “En este momento, hay entre un 60 o 70% de contratistas que están actualizados tecnológicamente”, afirma Scoppa.

La utilización de un buen “fierro” está ligada directamente a la rentabilidad y al trabajo de toda una campaña. Es por esto que las exigencias son cada vez mayores.

En la fábrica Pla, las máquinas usadas ingresan al taller, se las revisa en general, si es necesario se desmantelan o se les cambia lo que no anda bien, y se las deja listas para entregar. Su gerente de Promoción y Ventas, Nancy Zanuzzi, considera que “el mercado de usados es bueno”, y que están vendiendo bien porque “muchas veces no tenés una entrega inmediata del nuevo, entonces, si hay una usada que está disponible en pocos días, la gente la compra”.

Juan Ignacio Martínez Dodda – jdodda@infocampo.com.ar

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