Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina, en los últimos 12 meses, el precio al consumidor aumentó un 15,8% y, paralelamente, el consumo per cápita pasó de un promedio anual de 60,5kg en 2003 a 64,1 kg en 2004, impulsado por el aumento de la masa salarial.
Sobre esta base y preocupado por el aumento del precio de la carne y su impacto en la canasta familiar, el Poder Ejecutivo acordó con la industria frigorífica en marzo pasado un congelamiento de los valores por 90 días.
En este sentido, CICCRA aclaró que, de acuerdo a los datos preliminares del Indec hasta la segunda semana de abril, el acuerdo logró una reducción del precio de la carne en el mostrador, eliminando cualquier expectativa inflacionaria”.
Sin embargo, la entidad empresaria reconoció que al promediar el otoño y en virtud del impacto de las heladas sobre las pasturas, es esperable un aumento de la oferta de vacas secas y terneros de feedlots.
Estos ingresos de hacienda eliminarían en el corto plazo posibles aumentos de precios.
Por otra parte, la cámara reconoció que existe en toda la cadena cárnica una gran preocupación por la “injustificada” caída del precio del cuero, que descendió un 40% en los últimos 6 meses.
La baja en los precios de este subproducto impactan directamente en los valores de la carne, debido al necesario recupero que demandan los ganaderos.
En otro orden, CICCRA manifestó su beneplácito ante el crecimiento del peso promedio de faena, que pasó de 210 kg en el período enero-febrero de 2004, a los actuales 218 kg.
Paralelamente, la FAO anticipó un aumento del 2,8% en la producción mundial de carnes, basado en el incremento de los valores del producto, en detrimento del precio de los granos.