La producción de biodiesel a partir de aceite de soja puede competir con el gasoil (a los valores actuales) cuando alcanza un costo de producción del orden de 0,31 U$S/litro. Pero esto sólo es posible cuando el valor del aceite de soja crudo no supera los 325 U$S/t. En los últimos seis años, tal situación sólo se registró en el período 2000/01 y entre los meses de febrero y abril de 2002 (ver gráfico). Por lo tanto, en las condiciones actuales de mercado, la producción y comercialización de biodiesel no es viable.
¿Existen otras condiciones posibles? Veamos. Chile importa alrededor del 85% del petróleo que consume. Las refinerías de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), propiedad del Estado de Chile, cubren la mayor parte de la demanda de combustibles del país. El dato es que en 1991 Chile creó el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPP) con el fin de estabilizar los precios internos de los productos del petróleo. El FEPP se instrumenta por medio de una banda de precios aplicada a cinco productos (nafta, querosene, gasoil, fueloil y gas licuado). Cuando el precio de la paridad de importación de esos productos excede el límite superior de la banda, la diferencia se compensa íntegramente con los desembolsos del FEPP.
Si en los últimos seis años se hubiese aplicado en la Argentina un “Fondo Compensador del Biodiesel”, el desembolso del mismo (o sea el subsidio pagado a las elaboradoras de biocombustible para que éstas sigan siendo rentables cuando el valor de aceite de soja superase los 325 U$S/t) habría sido en promedio de 0,085 U$S/litro.
Las actividades agrícolas tradicionales consumen anualmente alrededor de 1.800 M/litros de gasoil (producción + transporte), según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. Si supomenos que en los últimos seis años se hubiese elaborado biodiesel para cubrir un 20% de ese consumo (300 M/litros promedio anual), entonces el subsidio del “Fondo Compensador” tendría que haber sido del orden de 25,5 M/U$S anuales promedio o bien de un total, en los seis años, de 153 M/U$S. Esta última cifra -que a priori parece bastante significativa- es sólo un 6,5% de los fondos transferidos por los productores agrícolas al Poder Ejecutivo durante 2004 en concepto de derechos de exportación (unos 2.365 M/U$S). La producción de biodiesel, por lo tanto, es viable en el marco de una política de Estado creada para desarrollar esa nueva industria.
Mucho cuidado
“El biodiesel se puede usar, por ejemplo, en mezclas al 5% y al 10%, y si está bien elaborado se puede emplear al 100%; pero en esto es necesario tener cuidado, porque el biodiesel no es fácil de elaborar”, apunta Eduardo Barreiro, consultor en temas energéticos y secretario de la Comisión de Calidad de Combustibles de IRAM. El especialista indica que el biodiesel cuenta con una serie de especificaciones técnicas que han sido normalizadas por IRAM. “De lo contrario, si no está bien hecho, puede producir una serie de problemas serios en los motores”, advierte Barreiro.
Ezequiel Tambornini
Especial para Infocampo
