En la reunión mantenida esta tarde en Cartagena a pedido del funcionario norteamericano, Campos reconoció que se pueden tener diferencias con la empresa, pero destacó su malestar con “el modo en que la empresa decidió encarar esta situación, enviando cartas documento a los exportadores y anunciando que frenará embarques con la pretensión de que se le pague a la fuerza una regalía que no le corresponde”.
El funcionario argentino fue más allá y le aclaró a su par estadounidense que “nunca aceptaremos el pago de regalías en el grano” y justificó que la propuesta realizada por Monsanto “genera un precedente muy peligroso y sólo busca el beneficio individual y de corto plazo, por encima de la legislación y derechos de nuestro país”, enfatizó.
Por su parte, Johanns consideró que “la falta de pagos de regalías atenta contra los principios de los agricultores norteamericanos que deben competir en condiciones no equitativas” con nuestro país, según un comunicado oficial divulgado esta noche.
En respuesta, Campos remarcó que “menos equitativas son las prácticas desleales de comercio que emplea Estados Unidos en el sector agrícola, como ocurre en el caso de los subsidios a la producción y a la exportación y el programa de pagos por diferencia (loan deficiency payments)”.
Un poco más atenuado, el titular de la cartera agraria nacional reconoció que la Argentina demostró ser “un aliado estratégico de los Estados Unidos en todo lo referido a biotecnología”.
Campos ejemplificó sus dichos con la rápida expansión de las plantaciones transgénicas en la región y el joint venture para cultivos de contraestación, “sin el cual los productores americanos verían limitada la provisión de semillas, como así también el ‘efecto expansivo’ que ha tenido en Uruguay, Brasil y Paraguay la aprobación de la soja RR en la Argentina en el año 1996”.
A su vez, el secretario de Agricultura nacional mencionó los avances realizados en materia de registro de variedades y certificación de semillas con reconocimiento internacional y el impulso a la modificación a la Ley de Semillas para optimizar su control.
Sin embargo, Campos aclaró que el caso de la soja RR “es un tema puntual de Monsanto para dicho evento en particular, ya que nunca patentaron la semilla GM en la Argentina”.
Sobre este punto y como es obvio, Johanns abogó por los derechos de propiedad intelectual que tienen las empresas al lograr nuevas variedades transgénicas, pero reconoció que este caso en particular “no afectaba la totalidad de las inversiones y desarrollos de OGM´s en el país”, por ser un “caso especifico”, concluyó la información.