Una muestra de hojas de soja tomada el pasado miércoles en Concordia, Entre Ríos, dio resultado positivo al detectarse pústulas recién formadas. El cultivo, se señaló, se encontraba al estado de R2-R3.
Fuentes del INTA Paraná oficializaron la llegada de la enfermedad a la provincia, y si bien aclararon que no hay que alarmarse, remarcaron la importancia de intensificar los monitoreos de los lotes, de manera especial aquellos cuyos cultivos se encuentren “entre los estados reproductivos R1 y R6”. Además les pidieron a los productores, fijarse bien en las hojas inferiores y no tomar decisiones apresuradas en materia de aplicación de productos químicos. En el campo donde se detectó la roya llovieron hace diez días unos 60 milímetros y se trata de “un lote que está encerrado en un área de alta condensación de agua”. Con relación a las posibilidades de que el hongo se propague al resto de la provincia, los especialistas sostuvieron que todo dependerá “de la intensidad y la dirección de los vientos, y de la cantidad de esporas que se generan. Por ahora hay pústulas jóvenes con pocas esporas”.
Recordemos que las condiciones climáticas que favorecen el desarrollo de la enfermedad son temperaturas medias entre 16 y 24 grados y seis horas de mojado foliar.
La voz del Gobierno provincial, en tanto, no se hizo esperar y el secretario de la Producción, Daniel Welschen, recomendó, al igual que los especialistas del INTA, incrementar los monitoreos de los lotes y consultar a los asesores técnicos antes de decidir la aplicación de fungicidas.
Dos casos más
Por su parte, Jorge A. Dupleich, técnico de Extensión Rural INTA La Paz, Entre Ríos, comunicó la presencia de dos brotes más en la provincia. “Fue confirmado por el laboratorio de la estación experimental de Paraná un lote infectado en la zona de un pueblo arrúa al sur del departamento de La Paz y otro en Cerrito, departamento de Paraná”.
Expuso que “también hemos encontrado cuatro lotes más con pústulas bien desarrolladas de roya que fueron enviadas al experimental Paraná para confirmar dicha tendencia”. Explicó que, en todos los casos, el brote está relacionado a las lluvias caídas hace 10 días, a la humedad excesiva en el lote durante las 24 horas del día y, en cierta medida, a la manifestación de una baja en la temperatura, que permite que la enfermedad se desarrolle más fácilmente.
“No hay ninguna posibilidad de evitar estos brotes”, aseguró Dupleich, “la enfermedad se propaga por efectos de viento y en cuanto se dan las condiciones se va formando”. Señaló que los técnicos deberán decidir la oportunidad de pulverizar. Así expuso que, en función de que se esperan lluvias para los próximos días, varios de los lotes han sido pulverizados este fin de semana. Sin embargo, destacó que hacer pulverizaciones preventivas es bastante costoso y agregó que existen, sobre todo en Entre Ríos, un complejo de enfermedades denominadas “fin de ciclo”. “En otras zonas del país el productor ya está acostumbrado a combatirlas de alguna forma”, informó, “aquí sólo se hace para aquellos cultivos que han sido seleccionados para producir semillas”. Si bien comunicó que en estos casos se realiza una prevención que no es 100% efectivo, dijo que en estos momentos los productores ya están pulverizando, previniendo lluvia en los próximos días.
Por otra parte, recomendó a todos los productores que acerquen muestras al laboratorio cada dos o tres días ya que “no hay que dormirse en los laureles” sino que “hay que estar atentos a lo que pase y escuchar las noticias de lo que está pasando en el vecindario”.
