Cuando las pizarras no dan buenas noticias, hay que refugiarse, para sobrevivir, en la tecnología. Y para eso hay que abrir un poco la cabeza, ya que los granos no son sólo alimento (proteínas). También son una fuente de energía (almidón). En la Unión Europea ya tomaron nota hace rato de esto. Tanto que subsidian la producción de estos cultivos. En España, por ejemplo, se brindan ayudas de hasta 45 euros/ha. Y se aprovecha todo (ver infografía). Ahora que el Senado nacional dio media sanción a la ley de biocombustibles, Diputados tiene la oportunidad de estabilizar el negocio agropecuario, dando vía libre a esa producción.
Las ventajas de los cultivos energéticos
1- Específicos. Se desarrollan para producir combustible
Pueden desarrollarse en terrenos que no son destinados a la producción de granos o pasturas, como la ribera de los ríos. Son básicamente, árboles de rápido crecimientos (álamos híbridos, sauces), arbustos y y cierto tipo de pasto alto y delgado conocido como “switchgrass”.
2- Biodiversidad.Favorecen el aprovechamiento de más especies
Al incrementar el área de explotación se recrea el habitat para la fauna silvestre y sirve para la renovación de suelos. Por ejemplo, los árboles puede hacerse crecer durante una década para luego ser talados para convertirlos en energía.
3- Estabilidad. Vienen a complementar la producción tradicional
Al proveer otro ingreso que se suma al del maíz, soja, leche o carne, permite reducir los riesgos provenientes de la fluctuación de los mercados otorgando así más estabilidad al establecimiento. Además son más resistentes a enfermedades y pestes.