China es el mayor productor mundial de productos agrarios en volumen. Pero la concentración de su población y el crecimiento de la renta de sus habitantes, hacen de esta nación el primer mercado consumidor de alimentos del mundo, y, por tanto, un destino sumamente atractivo para la colocación de exportaciones.
Sin embargo, el país asiático está haciendo algunos cambios en su política agraria que modifican las evaluaciones optimistas que se hicieron hace dos años sobre las posibilidades de mercado de los agroalimentos argentinos.
De acuerdo a un informe del USDA, China produce el 50 por ciento de las hortalizas a nivel internacional, el 48 por ciento del porcino y es el segundo productor mundial de maíz y carne de pollo.
También se destaca por la producción de maní, manzanas, arroz, fibras textiles primarias y carne ovina y vacuna. El trigo, la citricultura, los plátanos y la caña de azúcar son otros de los rubros que colocan a este país entre los principales productores del mundo.
Al respecto, el titular de Agropuerto, Juan Martín Rebolini, explicó a Infocampo que el sector agrícola chino está siendo impulsado a través de subsidios, bonificaciones y bajas de impuestos. Se trata de recuperar la productividad perdida para no depender de los países extranjeros en materia de alimentos.
El especialista explicó que “China ya no será una aspiradora de granos como se pensaba, aunque seguirá siendo un importador creciente de trigo, soja, aceites, lana y carne de pollo, debido al problemas de la gripe aviar en el sudeste asiático”.
Por ello, la estrategia comercial Argentina debería focalizarse en estos productos y poner especial atención en el sector frutihortícola que sería uno de los que podría sufrir en forma estacional la competencia oriental, sobre todo en ajos, manzanas y naranjas.
Pero atención. Este mercado de 1.400 millones de habitantes, también genera una gran preocupación: la riesgosa competencia de productos chinos en aquellos rubros agroalimentarios que están recuperando su productividad y volviendo a ser exportados.
Luciana Lanzi