Exactamente un año atrás, todo indicaba que el maíz era el cultivo con mayor potencial alcista en la campaña 2004/05. Pero nadie ponía demasiadas fichas al trigo. Hoy la situación es totalmente inversa. El maíz está en terapia intensiva. Y el trigo (para aquellos que aún no lo vendieron) presenta un panorama de precios muy favorable. En los últimos años, la industria molinera del sur de Brasil -principales compradores del cereal argentino- solía retrasar hasta último momento las compras de trigo en el mercado local para provocar bajas adicionales en la cotización del producto y hacerse con la mercadería al precio más conveniente posible. Pero esta posibilidad se esfumó gracias a la fuerte demanda extra-Mercosur que está registrando el trigo argentino. La demanda brasileña lleva adquiridos 1,20 M/t de trigo argentino y debería comprar otras 4,04 M/t para cubrir su consumo proyectado del cereal en el ciclo 2004/05 (según estimaciones oficiales de la CONAB). Sin embargo, el saldo exportable de trigo argentino es apenas 3,70 M/t. En otras palabras: el saldo exportable local ya no alcanza para abastecer a Brasil. En este marco, los molinos brasileños están obligados a comprar trigo argentino lo antes posible, porque de lo contrario se arriesgan a que los exportadores locales coloquen los excedentes en los diversos mercados internacionales que están demandando trigo argentino. Por si faltaba algo más, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, dijo que China está interesada en comprar un millón de toneladas. Este anuncio, en caso de concretarse, generará una auténtica combustión alcista en el valor interno del cereal. En la actualidad, un importador brasileño debe pagar alrededor de 148 U$S/t por el trigo mezcla argentino. Pero si quisiera comprar trigo blando estadounidense (por ejemplo Soft Red Winter), debería abonar unos 84 U$S/t más (o sea un total de 232 U$S/t). Esto porque todos los trigos extra-Mercosur deben pagar un arancel del 11,5%, además de un impuesto aplicado sobre los fletes marítimos. También, el valor de los fletes Argentina-Brasil es sustancialmente menor que aquellos con origen en Estados Unidos. El dato es que los productores que conservaron su trigo recibirán mejores precios gracias a aquellos que lo vendieron a un valor muy bajo (80-82 U$S/t) por necesidades financieras. Esto implica que el esquema vigente de comercialización de trigo promueve el beneficio de los más capacitados en desmedro de los más débiles.