Se pondrá a prueba este año, para diferenciar los distintos procesos productivos.
El resultado de la experiencia, en un sello que indentifique la verdadera siembra directa.
Agustín Bianchini, ingeniero del área técnica de AAPRESID, el objetivo es capturar el valor de las externalidades de la SD (beneficio experimentado por la sociedad por las acciones ejecutadas por los productores en SD). Los beneficios van desde el secuestro de C y la mitigación del efecto invernadero, hasta la reducción de la contaminación de los cursos de agua y el mantenimiento de la capacidad productiva de los suelos.
El plus para el productor estaría dado por el acceso a mercados diferenciados con mejores precios. Para que cada productor pueda comprobar en su campo que verdaderamente está haciendo un manejo sustentable, es conveniente que tenga presentes algunos indicadores, que serían “los manómetros del suelo”.
Al respecto, existen fundamentos científicos probados que correlacionan valores de indicadores de salud del suelo con prácticas agronómicas.
Esos mismos indicadores que se utilizaron para mejorar las decisiones agronómico-productivas, pueden reunirse para armar un documento que los integre y permita diferenciar un proceso productivo sustentable de otro que no lo sea.
Para que tenga validez sólo falta que alguien arme el protocolo de trabajo y que auditores externos lo avalen para darle credibilidad y confianza a la información.
Durante el primer semestre de este año se estima tener culminado el protocolo, de manera de comenzar con una prueba piloto durante la próxima campaña en campos pertenecientes a socios de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa de nuestro país.
La agricultura de conservación -con el sistema de siembra directa como máximo exponente- ha demostrado la capacidad de producir bajo un nuevo paradigma, que contempla la economía, la ética y el medio ambiente.
Ha llegado el momento que la sociedad conozca y demande una nueva agricultura, y establecer un sello de calidad ambiental se convierte en una necesidad imperativa, y a la vez una oportunidad de negocio para el sector productivo de todos los productores.
