En el marco de la conferencia internacional “Agua para Alimentos y Ecosistemas”, que se desarrolla en La Haya, el director general adjunto de la FAO, David Harcharik, destacó la urgencia mundial en realizar grandes inversiones en agricultura de secano y de riego para producir “más por cada gota” que se utiliza.
Según cálculos recientes de la organización, unas 852 millones de personas en todo el mundo sufrieron de hambre crónico y subnutrición en el bienio 2000-2002.
Por este motivo, “el agua, los alimentos y los ecosistemas son tres aspectos de nuestro bienestar mundial, que se han vuelto decisivos para los medios de subsistencia, el desarrollo sostenible y la estabilidad política”, enfatizó el funcionario.
Pero, la agricultura y los ecosistemas son los principales consumidores del agua dulce del planeta y la competencia entre ambos sectores está aumentando, por lo que será “decisivo conciliar estas exigencias contrapuestas y lograr un equilibrio”, si lo que se intenta es reducir a la mitad el hambre mundial para 2015, recordó Harcharik.
En la Argentina, unas 550 mil familias se autoabastecen a partir del Programa Prohuerta, un sistema de capacitación enfocado hacia los sectores de escasos recursos, que “toman una iniciativa de autoproducción de alimentos”, explicó a Infocampo, Juan José Zabalo, coordinador del área metropolitana del programa oficial.
En el Prohuerta no sólo se concientiza sobre la utilización del agua, sino que “se recuperan espacios para la producción agropecuaria. Se trabaja mucho en el recurso tierra”.
En la actualidad, el programa dependiente del INTA está incorporando otras prestaciones: “se están entregando módulos de granja, fundamentalmente de aves y un porcentaje de conejos, y módulos de frutales”, aseguró Zabalo.
“El interés surge de la gente y el programa acompaña estos procesos sociales”, enfatizó el funcionario, para concluir que “la agricultura, con seguridad, resuelve parte de la problemática del hambre”.
Marianela Garbini
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