Las pasturas son un elemento fundamental para incrementar la rentabilidad ganadera. Anualmente se producen en el país unas 12.300 toneladas de semillas, de ellas, unos 600 mil kilogramos corresponden a Gapp, una empresa que nació en el año 1999 en Pergamino y que apuesta al crecimiento con una inversión generada con recursos de otro sector de la misma firma. “El objetivo es contar con una estructura que permita controlar el proceso completo de la generación de semillas desde la fase inicial de producción hasta la comercialización”, explicó a Infocampo Guillermo Thisted, gerente de la fima. Para ello montaron en 1 hectárea un predio que comprende una planta de 2.000 m2 separada en dos naves equipadas con maquinaria de producción nacional y oficinas para el personal. El mercado de semillas forrajeras generó durante la campaña pasada un movimiento de entre 70 y 80 millones de dólares, en cifras oficiales, debido a que como en otros sectores, existe en las forrajeras un alto porcentaje de la comercialización en negro (bolsas blancas). Esta firma nacional produce genética propia y acondiciona y comercializa otras variedades públicas que surgen de empresas y entidades como el INTA. En gramíneas, básicamente cebadilla, raigrás, festuca y pasto ovillo. Asimismo con alfalfa y trébol blanco y rojo.
Veronica Puig
