“Decidimos formar un equipo para trabajar en grupo y para compartir experiencias abriendo nuestras empresas, porque entre la tecnología que avanza, las enfermedades que nos acechan y las continuas exigencias de los mercados, encaramos este proyecto para enfrentar esta especie de avasallamiento que nos presiona”, sintetizó para Infocampo Diana Chediack, presidenta de “La Armonía”.
Chediack reconoció que es difícil aceptar sugerencias de otros productores. “Existe un riesgo como en todo, pero nos mueven los mismos intereses: tratar de mejorar nuestras producciones; por eso armamos este grupo CREA”, destacó.
El tesorero de La Armonía -que ya lleva un año de trabajo intenso-, Federico Maranzana, reconoció que los citricultores son muy cerrados. “A pesar de ser vecinos, los productores no se ayudan entre sí, se brindan poca colaboración, cada uno tiene su receta y no quiere escuchar de cambios; hay mucho individualismo. Pero somos conscientes de que debíamos cambiar”, afirmó.
“Una de las decisiones más importantes que tomó el grupo CREA de citricultores fue definir la realización de un monitoreo común de las fincas. “Creemos que debíamos analizar la situación particular de cada campo bajo los mismos parámetros, en un trabajo que realizaremos con la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de Tucumán”, anunció Chediack. “Queremos comparar cómo manejan sus campos cada miembro del grupo, para tener una visión más cercana de lo que sucede en cada finca y después volcar a la comunidad los resultados obtenidos con nuestro trabajo, de tal manera de hacer aportes para la transferencia de tecnología y de conocimiento”, concluyó.
Daniel Vaca |Corresponsal de Infocampo en Tucumán