En muchas empresas familiares el cambio generacional de dirección y la incorporación de los jóvenes suelen ser problemáticos. No es el caso de Gabriela Lombardi que con poco más de 20 años ingresó a la estructura de Ianua S.A., la constructora de su padre y actualmente es directora del multiemprendimiento. Con el título de ingenieria agrónoma recién colgado desembarcó en la estructura e impuso un cambio de cultura en la empresa. “El origen es el rubro de la construcción. Cuando iniciamos una estrategia de diversificación nos planteamos dos actividades bien diferenciadas: la agropecuaria y los servicios vinculados al turismo y tiempo libre”, dice con tono de voz firme. “El proceso es interesante, ya que requiere además de las decisiones estratégicas de largo plazo, una constante actualización en las capacidades de nuestro grupo de trabajo, una flexibilidad importante y un cambio de concepto general porque se trata de sectores bien diferenciados con sus características propias y tiempos de rentabilidad muy diferenciados, por un lado construimos un centro como es el Manatiales para el turismo en Mar del Plata”.
1- Marca personal. Diversificar para crecer
Gabriela tiene la responsabilidad de dirigir y gerenciar
todas las etapas de los diferentes proyectos. Especializada en dirección de empresas
asegura que de todo el complejo empresarial el mayor
desafío personal es el proyecto forestal. Integró durante
14 años la Asociación Forestal Argentina y actualmente
pertenece al grupo de productores Carabelas.
2- La base es la construcción
Ianua S.A. es ahora un grupo de empresas pero el origen y base está en la empresa constructora que comenzó sus actividades en 1950. Actualmente desarrollan proyectos en Buenos Aires, Mar del Plata y Tucumán. Construyen, administran edificios propios, locales de oficinas y otros inmuebles. Llevan 800 mil metros cuadrados en edificaciones. En el área de servicios gerencian el Palacio San Miguel.
3- Fuerte inversión forestal en el Delta
En el Delta bonaerense, sobre el río Carabelas, el establecimiento tiene 4.000 has, de las cuales 3.200 están forestadas con sauces y álamos. Producen y comercializan la madera gruesa para aserraderos y la fina para trituración y fabricación de tableros de partículas. Es un planteo con un esquema de flujo contínuo de producción pensado para un ciclo de 10 años. En los lotes obtienen rendimientos promedios de 180 toneladas por hectárea.
4- Ingeniería y obras para manejo del agua
Para forestar en el Delta bonaerense es fundamental el manejo del agua para evitar el ingreso a las plantaciones cuando crece el río Paraná. Al mismo tiempo se drenan los campos para bajar la napa freática. Unas 3.800 has requirieron este reacomodamiento y movimiento de tierra, superando los 2 millones de metros cúbicos. Incluyen plantación, conducción y poda.
5- Invernada y cría en campos cordobeses
En la zona de Villa María y Laboulage, en los establecimientos El Suspiro, Los Flamencos, El Padrino y El Sueño, realizan invernada y cría en una superficie total que ronda las 4.000 hectáreas. Son alrededor de 2.000 cabezas de ganado cruza y Brangus que producen carne y se comercializan en ferias de la zona y directamente a frigoríficos. Hacen manejo tradicional en campos que provienen del desmonte.
6- Torres de Manantiales para el turismo
Para sostener la empresa y avanzar en otros rubros, Ianua emprendió junto a las actividades agropecuarias una apuesta fuerte al sector turístico en uno de los puntos estratégicos del país. La empresa constructora propia edificó en Mar del Plata el complejo hotelero que cuenta con dos torres, de 29 pisos cada una. A este importante emprendimiento sumaron el Club de Mar y el spa de mar.
