El último miércoles nos reunimos con la cadena de las semillas para analizar el estado de disensos en cuanto al pago de regalías. Fue una reunión en la que participaron más de cuarenta personas y debo reconocer que antes de iniciarse, las expectativas no eran alentadoras. Porque en sondeos que realizamos la semana anterior a esta reunión advertimos que las posiciones estaban encontradas y era difícil allanar un camino común y deberíamos actuar como árbitros y definir una posición. Al comienzo se confirmó nuestra preocupación. Sin embargo, con el correr de los minutos advertimos que había muchas coincidencias entre todos los actores. Todos estamos de acuerdo en que la tecnología hay que pagarla, en que debe pagarse al comprarse la bolsa, en que existen claras excepciones como ser la compra para uso propio, pero acotado. Y que quienes estuvieran comprando fuera de estos parámetros, son infractores. En esta última premisa, el nivel de disenso fue mínimo, pero no por eso atendible. También existió un amplio respaldo a la necesidad de fortalecer al Instituto Nacional de Semillas (INASE) como institución para que actúe como un organismo de control eficiente ante las diversas problemáticas del sector, que como sabemos son múltiples y difíciles de abordar. Por lo tanto, casi la mayoría estuvo de acuerdo en que quien comprara bolsas por afuera del sistema legal, debería ser sancionado con alguna medida a determinar en tiempo y forma y mediante un consenso de todos los sectores participantes, por supuesto. En ese contexto, considero que no es necesario arbitrar, al menos por ahora, y he convocado a una reunión definitiva el 14 de diciembre. En definitiva, estamos a un paso de conseguir que en la Argentina la comercialización de semillas deje de estar en una nebulosa sin control.
Miguel Campos
Secretario de Agricultura
