Según los datos oficiales de la Secretaría de Agricultura de la Nación, en el quinquenio ’96/’01, la soja experimentó un aumento del 12,5% en el área sembrada, un 10,6% en el rendimiento y un 25% en la producción.
Así, en el ciclo 2001/02, el cultivo pasó a representar el 42,7% de la superficie y el 44,4% del volumen de granos producidos a nivel nacional. Si el análisis se restringe a los cultivos oleaginosos, las anteriores aseveraciones resultan aún más categóricas: en la campaña ’91/’92 la soja representaba el 59,9% de dicha área y el 73,7 % de la producción mientras que al final de ese quinquenio significa el 83,2% y el 88% respectivamente. Los analistas explicaban este fenómeno no sólo en el crecimiento explosivo de la soja sino también, a la retracción de la superficie de otros cultivos.
De la comparación de las tasas acumulativas anuales (TAA) de los principales cultivos de la región Pampeana se concluye que la soja ha crecido (efecto sustitución) a expensas del girasol, maíz, lino, arroz y sorgo, así como por la incorporación de tierras vírgenes o ganaderas, a la producción agrícola (expansión). Esto lo posicionó como el más sembrado a nivel nacional, seguido por el trigo. Dicho de otro modo, el cultivo de la soja y la asociación trigo-soja 2da. tienen, cada campaña,un papel más dominante en la rotación de la mayoría de las explotaciones de la región pampeana.
Otro indicador de la evolución del cultivo es seguir cómo fue cambiando la distribución de soja de primera y de soja de segunda a nivel total país. Los datos de la SAGPyA evidencian que hubo unas oscilaciones entre un mínimo de 59,9% y 40,1% para al campaña 1996/97 percibiéndose durante las últimas zafras, un ligero crecimiento de la soja de primera. En el caso de la soja de primera, el crecimiento se debió principalmente a la expansión del área y a la mejora de los rindes obtenidos. En el caso de la soja de segunda, el aumento de los rindes es la característica más destacable gracias a la más más sencilla implementación de las prácticas de manejo debido a la adopción masiva tanto de la siembra directa como de la semilla transgénica.
La núcleo y otras zonas
Con respecto a la participación de la región pampeana y la extrapampeana en el total país, en el quinquenio ’96/’01 se observó un incremento en esta última región de la superficie sembrada, ya que la aparición de la soja transgénica y su asociación con la siembra directa, propició la ampliación de la frontera agrícola hacia zonas consideradas, desde el punto de vista agroecológico, más marginales verificándose por lo tanto, una una leve tendencia decreciente del peso de la región pampeana en el total país.
En lo concerniente a la región extrapampeana en las provincias de Chaco, La Pampa, Santiago del Estero y Salta, se ha producido una expansión de esta oleaginosa – especialmente en las tres primeras provincias- a partir de la campaña 1996/97 debido al uso de transgénicos, mientras que las provincias de Formosa y Misiones continúan aportando menos del 1% cada una al total nacional.
Un párrafo aparte merece la soja cultivada en la provincia de La Pampa: no sólo es la provincia que presenta la mayor tasa de crecimiento acumulado anual (+ 138,4%) del área sembrada sino que, a partir de la campaña 2000/01 también se realiza el doble cultivo de trigo/soja de segunda, convirtiéndose, de esta manera, en la primera provincia extrapampeana en adoptar dicha modalidad.
Durante el ciclo mencionado se cultivaron 37.200 has con un rinde promedio de 11 qq/ha.
