Mientras en el estado brasileño de Río Grande do Sul todavía se debate si la siembra de soja transgénica será avalada por la aprobación por parte del Senado de la Ley de Bioseguridad o por la emisión de una medida provisoria, en el estado de Paraná la ley local que prohíbe el plantío, comercialización y transporte de soja OGM, no impidió que los productores comprasen semillas genéticamente modificadas para utilizarlas en la próxima campaña.
El año pasado se constató el plantío de soja OGM en varias áreas del sudoeste de Paraná. Para esta campaña, que tiene su pico de siembra entre octubre y noviembre, los productores del sudoeste, oeste y de algunos municipios del noroeste ya están adquiriendo semillas transgénicas para la siembra.
Según se informó, las semillas provendrían de productores de Rio Grande do Sul y de contrabando desde la Argentina. Este avance en las regiones oeste y sudoeste del estado de Paraná representa un gran impacto. Las dos regiones representan el 32,7% del área a plantar con soja en el Estado, según la estimación del Departamento de Economía Rural (DERAL)
Sobre la base de las proyecciones de DERAL, se plantarán en Paraná algo más de 4 M de hectáreas, cuya producción superaría las 12 M de toneladas de soja en la próxima cosecha.
La prohibición del gobierno creó una situación ambigua para las cooperativas paranaenses, ya que al mismo tiempo en que se defiende la ley estadual que prohíbe el plantío, la Ocepar (Organización de Cooperativas del Estado de Paraná) dio a conocer un estudio que muestra que los productores ahorrarían un total de u$s 250 M por campaña si el plantío transgénico fuese adoptado.
Monopolio
En tanto, el gobernador del estado de Paraná, Roberto Requiao indicó que si el Senado libera el uso de transgénicos “será una derrota personal y para el país”. Según Requiao, con la aprobación del uso de cultivos OGM se abre el camino para “el monopolio” de la soja en Brasil.
“América latina, con nuestro país al frente, ya supera a los EE.UU. en la producción de soja. Ahora quieren crear un monopolio de la siembra de soja, favoreciendo a una empresa y provocando perjuicios para el país”, dijo el gobernador.
Sin mencionar directamente a Monsanto, poseedora de la patente de soja RR, la prensa brasileña afirma que Requiao insinuó que la empresa hace lobby para la aprobación de la Ley de Bioseguridad en el Senado brasileño y admitió que su aprobación será una derrota personal en su lucha por mantener a Paraná como área libre de transgénicos.