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El futuro está en la leche en polvo

La producción de subproductos para alimentación animal a costos mínimos y la posibilidad natural de obtener energía térmica a bajo precio son ventajas que la Argentina posee respecto de sus competidores y que podrían convertirla en líder en el mercado internacional

La producción de subproductos para alimentación animal a costos mínimos y la posibilidad natural de obtener energía térmica a bajo precio son ventajas que la Argentina posee respecto de sus competidores y que podrían convertirla en líder en el mercado internacional
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La Argentina basa más del 50% de sus exportaciones en dos sectores principales, el agropecuario y el energético. Esto se debe en principio a ventajas comparativas naturales, frente a países vecinos y del resto del mundo.

Hasta hace unos años, el petróleo era barato y los costos de la energía no eran determinantes al momento de transportar materias primas baratas, ni tampoco para evaporar enormes cantidades de agua.

Actualmente, con un precio de la energía a partir de los hidrocarburos en constante aumento, y sin un límite superior en el corto plazo sino más bien todo lo contrario, la localización óptima de los proyectos industriales se vuelve un problema, muchas veces sin solución en el ámbito de un solo país.

Cuando un país como el nuestro cuenta con dos tipos de recursos escasos a nivel mundial, como los citados, su aprovechamiento en forma simultánea crea una sinergia de gran valor competitivo en el escenario global.

En este sentido, se debe definir en primer término cuáles serían los productos agropecuarios que utilizan energía en forma intensiva. Entre ellos, los de mayor envergadura en lo inmediato son la leche en polvo, entera y descremada, el huevo en polvo, la harina de sangre, verduras des hidratadas y los jugos de fruta deshidratados.

La elaboración de leche en polvo tiene en el país una participación de la energía en su costo total del orden del 20 por ciento. Es decir que si la tonelada de leche en polvo vale hoy u$s 2.200.-, la incidencia del gas y de la energía eléctrica en el costo de producción representa alrededor de u$s 440.- En países donde no se cuenta con energía proveniente de gas o petróleo barato, dicha participación en el costo total del producto es mayor.

El comercio mundial de leche en polvo está liderado en la actualidad por Nueva Zelanda, con un 33%, seguido por Australia con el 15%, y Francia con un 13 %. La Argentina es el quinto exportador de leche en polvo. Pero Nueva Zelanda recurre a fuentes de alimentación para sus vacas basadas en las pasturas, dado que no cuenta con una agroindustria de la envergadura de la nuestra, que provea a costos mínimos, subproductos para alimentación animal, entre otros, pellet de girasol, de algodón, de soja y de su cáscara. De más está decir que no cuentan con los recursos gasíferos con los que cuenta la Argentina.

La energía térmica proveniente del gas es mucho más económica que la procedente del petróleo, aunque sea más difícil de comercializar. El petróleo se vende líquido o se transporta por oleoductos; el gas natural sólo por gasoductos en mercados regionales y en principio sin grandes inversiones.

En nuestro país, el costo del metro cúbico de gas para uso industrial es de u$s0,02 mientras que un litro de petróleo cuesta alrededor de 30 centavos en el mercado internacional, ambos con poder calorífico similar.

Esta tarifa es debida a la pesificación y aun en la hipótesis de que su valor se redolarizase, su costo sería de un máximo de u$s0,06, aun mucho más económico que el petróleo.

Asimismo, debe tenerse en cuenta que un litro de leche contiene sólo un 10% de materia sólida, lo que significa que se debe evaporar 9 veces el tonelaje de la leche en polvo a producir.

Si bien este año las exportaciones lácteas pueden llegar a u$s500 M, las posibilidades de ocupar una posición de liderazgo, como la de Nueva Zelanda, posibilitarían duplicar el actual nivel en el corto plazo.

Hoy, toda la capacidad de secado de leche se encuentra utilizada, lo que evidencia la necesidad de invertir en este sector para aprovechar ambos recursos. Además, el encarecimiento del precio del petróleo nos proporciona un importante reaseguro frente a la baja de los precios de la leche en el mercado internacional: quien no tenga, además de las vacas, las materias primas baratas en el lugar de origen para alimentarlas y energía barata para evaporar el volumen de agua de la leche, no podrá competir a precios bajos.

En consecuencia, se desprende que a futuro, la Argentina posee ventajas naturales en el campo de la energía que no tienen sus competidores, y que cuanto mayor sea el precio del petróleo, mayor será dicha ventaja.

En términos estructurales, se puede apuntar a ser líderes del mercado mundial de leche en polvo, desplazando a países que no poseen nuestros recursos agropecuarios y energéticos.

En síntesis, apuntemos a invertir y desarrollar sectores que, como el de la leche en polvo, nos permitan el uso integrado de nuestros recursos, en este caso agro y energía.

Santiago Gallo Llorente

infocampo@infobae.com

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