Revisar la situación de la lechería en la Argentina significa reconocer un escenario teñido por la crisis que ha atravesado el país en los últimos años, agravada por un proceso de agriculturización que diezmó las superficies destinadas a la cría bovina
Sin embargo, la expansión de la demanda interna, que fue mejorando el consumo de alimentos en gran parte de la sociedad argentina, repercutió también en la demanda de productos lácteos.
Por otra parte, la integración de nuestro país al Mercosur, generó una expectativa importante en los empresarios nacionales con respecto a las perspectivas que presentaba el mercado brasileño para la colocación de productos lácteos, así como la potencialidad de la lechería nacional en la conquista de los consumidores latinoamericanos, pero la visión primaria fue que el mercado de la vecina nación podía transformarse en un gran demandante.
Esta situación generó un fuerte incremento de los precios pagados al productor.
Las empresas, motivadas por este contexto favorable, efectuaron fuertes inversiones en infraestructura y comenzaron a alentar a los productores para que ellos también aumentaran la producción de leche.
La progresiva caída desde 1998 del consumo interno y de la demanda brasileña, explicó la disminución de los precios desde ese año.
Los tamberos apostaron a producir más, con el objeto de tratar de sostener los ingresos mensuales, frente a la caída del precio de la leche.
Finalmente, el costo de oportunidad que comenzó a representar la nueva rentabilidad agrícola creó un nuevo escenario y riesgo para la lechería argentina.
El aumento en el precio de los alquileres fue parte de este proceso a partir del cual se acentuó la liquidación de tambos, la venta de vacas para faena y el achicamiento de algunos establecimientos lácteos en beneficio de la actividad agrícola.
Recomendaciones y sugerencias
En el marco del XVII Congreso de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), que culmina hoy en Mar del Plata, Carlos Corbellini, director del Proyecto Lechero del INTA Pergamino, arribó a la conclusión de que “si bien la producción de leche en la Argentina representa 2 % de la producción mundial (alrededor de 480.000 millones de litros por año -l/año-), sólo interviene en 0,3 a un 0,5% en el comercio internacional de lácteos, ya de por sí bajo, ya que representa la comercialización de 8 a 9% de la producción mundial, o sea alrededor de 34.000 millones de l/año”.
El experto amplió que éste es un “mercado internacional pequeño en relación a la producción total. Salvo períodos excepcionales, la lechería argentina no ha mostrado un sesgo exportador neto ni persistente en el tiempo. Esta tendencia parece empezar a revertirse, pero es difícil predecir si será de largo plazo”.
Precio pizarra, orden en la sala
Preparándose para este proceso de expansión que apunta a los mercados internacionales, se implementará un precio de referencia que empezaría a regir a mediados del próximo año.
Entonces, la leche podría contar con un precio de pizarra, si avanzan las iniciativas que discuten los tamberos, la industria láctea y Gobiernos nacional y el provincial para ordenar el comercio del sector.
Sin embargo, Corbellini, agregó que “si la Argentina tiene en sus planes llegar a ser un fuerte exportador de productos lácteos, deberá entonces realizar una serie de mejoras sanitarias para evitar encontrarse, en los próximos años, con nuevas barreras paraarancelarias en los principales mercados internacionales”.
En diálogo exclusivo con Infocampo, el secretario de Agricultura de la Nación, Miguel Campos, declaró que es necesario generar herramientas que aseguren la transparencia en la formación del precio que percibe el tambero.
Por eso, “estamos trabajando con el objetivo de determinar una metodología adecuada para publicar los valores que se pagan por la leche en las distintas cuencas del país, en función de niveles de calidad y composición representativos de la realidad argentina en esta materia”.
El funcionario agregó que “nuestra intención es que los productores puedan trabajar en un mercado transparente, basado en información confiable para todos, sin distinciones ni asimetrías de ninguna naturaleza, y que contribuya a la toma de decisiones acertadas para el desarrollo de la actividad”.
La sanidad y las ayudas
En tanto, Corbellini afirmaba en Mar del Plata que “debemos encarar seriamente la erradicación total de la brucelosis y la tuberculosis de nuestros rodeos lecheros, sin crear circuitos paralelos de venta de leche de animales infectados”.
Por su parte, Guillermo Tossi, secretario de la Asociación de Productores de Leche (APL), enfatizó que “mediante políticas certeras, contemplando el desarrollo de las asociaciones de productores y definiendo qué tipo de lechería necesita el país, el Estado nos debe ayudar a salir de esta situación”.
Finalmente, Roberto Socín, dirigente de la mesa de tamberos de Santa Fe, explicó a Infocampo que los productores tienen definido un marco general de política para gestionar la oferta de la leche.
“Planteamos un bosquejo general que permita transparentar el mercado interno, que debe tener determinado precio, y permitir a los productores que produzcan libremente para la exportación”, concluyó.
Por Gustavo Malem
Redactor de Infocampo
gmalem @infobae.com
