La ASLO contó con el asesoramiento de ingenieros agrónomos de la EEA INTA San Juan. “Nosotros sabemos cómo ha funcionado el humus de lombriz, que es la materia fecal de la lombriz, en cualquier cultivo; entonces quisimos aplicarlo en nuestro principal cultivo, la vid”, contó a Infobae la directora técnica de la ASLO, Blanca Montenegro.
La experiencia realizada entre 2003/04 intentó demostrar que el humus de lombriz es un “excelente reconstituyente de suelos y un eficiente fertilizante orgánico” en viñedos.
Uno de los informes de la “Experiencia con humus de lombriz en vides” muestra que sin humus cada parra tuvo 48 racimos y 22,100 kg, mientras que con 700 g de humus cada parra tuvo 56 racimos y 26,600 kg. Finalmente, en la experiencia con 1,200 g de humus, cada parra tuvo 60 racimos y 44,200 kg. “La Asociación está sugiriendo la utilización de un kilo de humos por cepa”, indicó Montenegro. Y agregó: “Hemos podido demostrar que reciclando todas las cosas orgánicas impedimos la contaminación del suelo con tantos fertilizantes sintéticos y, al reestructurar mejor la tierra, la planta puede defenderse mejor de las plagas y retener mejor la humedad”.
“Todo sirve menos vidrios, latas o plásticos; el resto es comestible para las lombrices”, dijo.
Si bien se han concretado estudios realizados en viñedos, ahora están trabajando con el consorcio de productores de ajos, en una experiencia que van a comparar con una hecha por el INTA en Mendoza sobre el mismo cultivo.
Dado que por cuestiones sanitarias el humus sólido no puede exportarse, la ASLO ya está experimentando la posibilidad de lograr un humus líquido para venderlo en el exterior. “Ya estamos trabajando en el desarrollo de un humus líquido que mantenga todas las propiedades que detenta en estado sólido para poder exportarlo”, comentó la técnica de la ASLO. Para lograr este objetivo están realizando un trabajo conjunto con la Universidad Católica de Chile.