En paralelo con la preocupación y la discusión nacional en relación al proyecto opositor para modificar el Impuesto a las Ganancias, que representa un fuerte golpe a las arcas de la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal libra su propia batalla personal: el presupuesto 2017. Desde La Plata aguardaban que el Senado provincial lo apruebe este miércoles, pero finalmente la sesión se suspendió.
“No queremos mezclar las cosas con el quilombo (sic) nacional”, indicó a Infobae uno de los principales funcionarios del gobierno provincial, pero no todo es una cuestión de timmig político. El oficialismo negocia en un tire y afloje constante los votos con la oposición, principalmente el Frente Renovador de Sergio Massa y el peronismo.
El massismo, que recibió a nivel nacional un fuerte embate desde Casa Rosada, mira de reojo los movimientos del peronismo. A principios de semana, un grupo de dirigentes del PJ se reunió con el ex ministro del Interior kirchenrista, Florencio Randazzo, para coordinar una postura conjunta entre los diferentes sectores internos ante el pedido del Vidal de un endeudamiento que en la actualidad supera los 67 mil millones de pesos, además de la proyección de los gastos de 521.410.794.201 pesos. Además, presiona para quedarse con la vicepresidencia de la Cámara de Diputados bonaerense.