La recuperación de los mercados externos y del stock vacuno y una cosecha que se estima récord, son los puntos positivos del balance de este año de gestión del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, quien reconoció que el despegue de las economías regionales es el trabajo pendiente para 2017.
“En términos generales fue un buen año, en el que tomamos decisiones muy importantes”, entre ellas la eliminación de la retenciones, resumió el ministro en una entrevista con Télam sobre el primer año de gestión al frente de la cartera de Agroindustria y del gobierno de Cambiemos.
Uno de los aspectos más ponderados por Buryaile fue la estimación de que la próxima cosecha será “récord en la historia de Argentina, si Dios quiere y nos acompaña el clima”, a lo que sumó que “se está recomponiendo el stock vacuno”.
El funcionario destacó también que este año se hayan recuperado unos veinte mercados internacionales para los productos argentinos, entre ellos el de Estados Unidos.
“Después de más de una década vamos a ingresar a Estados Unidos con limones y carnes”, puntualizó el referencia al largo conflicto, dirimido en la Organización Mundial de Comercio (OMC), por la prohibición de cortes frescos y enfriados tras la crisis de los brotes de aftosa desencadenada en 2001, y a los problemas sanitarios sobre los cítricos resueltos con gestiones políticas y misiones técnicas.
En cuanto a las cuestiones pendientes, el ministro reconoció la situación de las economías regionales, ya que “en líneas generales, el campo en la zona central está bastante bien”, explicó.
“A las economías regionales les falta apoyo y tenemos que trabajar en ese sector el año entrante. No se puede hacer todo al mismo tiempo, pero tenemos el desafío para ayudarlas a crecer”, precisó.
A nivel macroeconómico, el funcionario formoseño relevó la importancia de logros como la unificación cambiaria, la eliminación de las retenciones y la cancelación de la deuda con los holdouts”.
“Argentina volvió a ser protagonista y es vista como un país que volvió a la normalidad en el contexto de las relaciones internacionales”, consideró y ponderó “las relaciones adultas” que se establecieron con todos las naciones en contrate con “las relaciones carnales” que se mantenían antes con Venezuela.
Hace un año, además, Argentina “tenía un panorama desalentador por la caída de las reservas, de las exportaciones, de las importaciones, del empleo, por el cepo cambiario, cinco años sin crecimiento, falta de crédito internacional”, reseñó.
En la actualidad, “tenemos las reservas del Banco Central en crecimiento”, destacó, aunque reconoció que el gobierno salió también a tomar deuda.
Al respecto, evaluó que el déficit heredado solo podría afrontarse de tres maneras: con mayor recaudación impositiva, con endeudamiento o con emisión monetaria.
“¿Con qué se financió el kirchnerismo? Con altísima presión impositiva y emisión monetaria, generando inflación”, analizó.
Buryaile aseguró que el gobierno de Mauricio Macri “paró la emisión monetaria” y procura “bajar la presión impositiva en algunos sectores con la intención de llegar a todos”, lo que derivó en la necesidad de tomar deuda”, según explicó.
En una crítica a algunas posturas de la oposición, el funcionario se preguntó cómo se financian las propuestas para aumentar los gastos y bajar los ingresos. La deuda adquirida es producto de “la imposibilidad de subir los impuestos, porque la presión fiscal era insostenible para los contribuyentes” y de la decisión de “no seguir emitiendo dinero como lo hacía el gobierno anterior”, concluyó.