Un grupo técnico de Aapresid que realiza experiencias en la Chacra Justiniano Posse de la institución, considera que los cultivos de cobertura permiten terminar los programas de aplicación de herbicidas en el momento justo, porque retrasan mucho la aparición de malezas.
“En campos muy grandes, hemos comprobado que cuando se llega a la última hectárea, en la primera que se pulverizó, todavía no hay presencia de malezas. Eso es muy bueno para los pre emergentes y gran parte de los beneficios que otorgan los cultivos de cobertura, en el manejo productivo de un establecimiento agropecuario”, remarca el Ing. Agr. Tomás Baigorria, del INTA Marcos Juárez.
El especialista reconoce que el productor agropecuario ha comenzado a buscar un manejo agrícola con otros parámetros para ver si se puede subsanar algunos inconvenientes de napas, potenciar rendimientos e incorporar nuevos cultivos en las rotaciones.
“Vemos que el productor está generando más consultas, más allá que siempre hay muchas dudas cuando se proyectan nuevas herramienta al sistema. Lo que se está buscando es mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y los insumos” dice.
Desde hace 2 años la Chacra Justiniano Posse está observando que la cobertura con herbicidas pre emergentes actúa muy distinto si no se da esta conjugación de herramientas. Es decir, son muy vistos los problemas de lavado, y -a veces- el pre emergente por sí solo no puede controlar todo.
“Estamos buscando tener un efecto en la rotación, y la incorporación al sistema de estos cultivos seguramente seguirá creciendo”.
Limitantes
Aapresid entiende que el productor debe observar cuál es el sistema de rotación en cada ambiente. Asimismo, otro factor fundamental en el manejo de cultivos de cobertura es la gestión del agua.
“En zonas con menos ofertas hídricas como La Pampa o el sur de Córdoba, no tenemos la misma situación que en el sur de Santa Fe” explica Baigorria y añade que “otro punto a tener en cuenta es la disponibilidad de semillas, ya que en varias regiones es difícil conseguir algunas variedades, y en otras, las limitantes las genera el costo del flete.
Disminuir el uso de herbicidas, su impacto ambiental y evitar gran parte de los problemas con la aparición de resistencias es uno de los temas más complejos del segmento agrícola y está claro que una de las herramientas para atenuar estas situaciones es la implantación de cultivos de cobertura.
“Se pueden hacer muy buenas biomasas y sacar lotes muy bien logrados tanto en campos propios, como en establecimientos arrendados. Hay que sentarse a negociar resaltando que es un beneficio para todos”, enfatiza Tomás Baigorria.