A continuación se transcribe textualmente el discurso completo del director ejecutivo de CIARA/CEC Alberto Rodríguez:
Antes que nada queremos agradecer a todos Uds. por acompañarnos en esta pequeña reunión para hacer un balance del año y compartir con nosotros lo que esperamos sea un grato momento.
Este año en particular fue un año de muchos cambios para el sector en lo que respecta a su vinculación con el sector público. El nuevo gobierno permitió un mayor diálogo e interacción con los funcionarios vinculados a la operatoria del sector, que estamos seguros va a continuar. Hemos trabajado con muchos de los funcionarios públicos aquí presentes para encontrar la mejor alternativa posible a los requerimientos que necesita el sector, en armonía con el interés público por el que deben velar los funcionarios.
Destacamos un espíritu de cooperación y comprensión de la realidad del sector que facilita la posibilidad de generar políticas tendientes a mejorar su situación y de las cadenas de valor asociadas. Estamos convencidos que el diálogo fluido entre el sector público y el privado genera previsibilidad y mejores condiciones para el desarrollo de la producción y el comercio.
Celebramos la eliminación de los condicionamientos a las exportaciones de trigo y maíz, largamente afectadas por restricciones cuantitativas que no generaron el supuesto beneficio buscado de la contención de precios en el mercado interno y perjudicaron enormemente la producción, generando un círculo vicioso perjudicial para nuestra Nación.
Destacamos la agilidad con la que se otorgan las DJVE que permiten la exportación de la mayor parte de los productos que comercializa el sector hacia el exterior, generando un enorme beneficio para el país por el dinámico flujo de divisas, facilitado también por las políticas establecidas para normalizar el mercado de cambios.
Resaltamos la implementación de medidas que permitieron volver a utilizar el Régimen de Admisión Temporaria de soja que estaba suspendido en los hechos desde el año 2009. Este régimen permite aumentar la molienda en nuestro país y capturar así el valor agregado de la molienda de una soja, que de otra manera hubiera pasado por nuestros puertos para ser trasbordada sin procesamiento alguno, cuando la industria local cuenta con gran capacidad ociosa. Esta medida contribuye a mejorar el uso de la capacidad instalada de la plantas y esperamos que en la próxima campaña podamos empezar a vislumbrar sus principales frutos. Es importante preservarla y que no se generen nuevos obstáculos que limiten el potencial de esta herramienta paliativa.
Reafirmamos el trabajo que venimos realizando con las autoridades sanitarias argentinas para permitir una mejor articulación público-privada, con el objetivo de exportar productos que cumplan con los estándares, normas internacionales y requisitos específicos de los países de destino de nuestras exportaciones, que genere un adecuado proceso de control al ritmo de la operatoria del sector.
También valoramos los esfuerzos que se están realizando en pos de reducir los costos portuarios, aumentar la competencia entre los proveedores de servicios fundamentales para las exportaciones de nuestra industria, mejorar la infraestructura vial y ferroviaria y particularmente el acceso a los puertos. Sin estas mejoras, difícilmente pueda articularse un complejo productor y exportador eficiente que espera ver incrementado sus volúmenes en el mediano plazo. En este sentido, creemos fundamental poder establecer en el corto plazo un sistema de cupos, con la participación activa de las autoridades en su control, que permita ordenar el tránsito de camiones en las zonas en las que tenemos nuestras fábricas, además de lograr un mecanismo más eficiente tanto para nuestras empresas como para los transportistas.
Durante este año se ha ganado mucho en la remoción de obstáculos internos que limitaban el crecimiento de nuestras exportaciones y ha permitido que progresivamente la Cámara y el Centro de Exportadores vuelvan a centralizar su foco de atención en cómo ganar mayor competitividad y productividad y en los temas vinculados a los mercados internacionales, que son de interés de la sociedad toda.
Creemos también que a lo largo del tiempo, con mucho trabajo y dedicación, se han mejorado las relaciones laborales con nuestros trabajadores y dirigentes gremiales, estableciendo relaciones maduras y de mutuo entendimiento, siendo que ambos –capital y trabajo- son necesarios para el crecimiento del país, en general, y del sector en particular.
Sin embargo, hay algunos aspectos en los que tenemos que seguir trabajando, en conjunto con las autoridades, para terminar de resolver problemas de larga data y que son una pesada carga para el sector, como el tema de la devolución del stock de IVA que afecta el capital de trabajo de las empresas, precios de transferencia y un sistema que acredite la veracidad de las operaciones no poniendo la carga de los apócrifos únicamente en la espalda de los exportadores, temas sobre los que se ha avanzado y confiamos en su pronta resolución.
Debemos hacer una mención particular referida a la necesidad de adoptar mecanismos que permitan proteger la industria de molienda de girasol, posibilitando una adecuada competencia con la exportación de grano sin procesar.
Sin perjuicio de lo anterior, consideramos que definitivamente estamos en el buen camino para mejorar la competitividad y la eficiencia del sector, en aras de poder contribuir más y mejor a nuestro país.
Muchas gracias y brindo por un próspero año 2017.
