La producción mundial de carne, se está expandiendo entre los principales países productores, con un aumento en la oferta de ganado en Estados Unidos y América del Sur. Para el año 2017 el USDA proyecta un aumento de 1,38% desde el año previo, hasta 61,3 millones de toneladas, la mayor de la historia, según indicó la consultora uruguaya Blasina y Asociados.
El crecimiento será en gran medida liderado por Brasil que se afianza como el principal exportador mundial. La producción brasileña se elevará 2% a 9,5 millones de toneladas, con una fuerte demanda de exportaciones, con el soporte de un Real relativamente débil y una mejora en el acceso a mercados como China, Arabia Saudí y Estados Unidos.
La producción Argentina crecerá modestamente desde 2,6 millones a 2,7 millones de toneladas en 2017. La liberalización del régimen cambiario y la eliminación de impuestos a la exportación, estimula a los productores para reconstruir stocks y a aumentar del peso de las carcasas. Y puede ser el comienzo de una tendencia de más largo plazo.
Pero el país que más aumenta su producción es EEUU que de la mano del maíz barato y tras años de fuerte retención crecerá en más de 400 mil toneladas respecto a este año pasando de 11,4 a 11,8 millones de toneladas producidas y creciendo fuerte por segundo año consecutivo.
Este aumento en la oferta se ve parcialmente compensado por la caída de la producción de un actor clave.
La producción podría caer 2,9% en Australia que está en un proceso de fuerte retención, con precios récord y un mayor margen económico proyectado para el 2017. Un 2016 lluvioso ha renovado las pasturas afectadas por la sequía, lo que alentó a los productores a retener stock para la cría. En 2017 baja la producción pero luego empezará a crecer la producción.
Los australianos han pasado de 2,5 millones de toneladas producidas hasta 2015 a poco más de dos millones en 2016 y 2017 por una mínima faena de vacas.
En Rusia también cae la producción y en este caso la baja parece más estructural, pero va acompañada de una caída en el consumo por lo que la menor producción no reactiva las importaciones.