El corazón de la región pampeana estaba a punto de detenerse, metafóricamente. El maíz temprano necesitaba 100 a 200 milímetros de forma urgente, informaba la Bolsa de Comercio rosarina, para asegurarse el potencial de rendimiento. La situación de la soja de primera era de igual condición
Hasta cierto momento del último mes del año se reducían las probabilidades de que ocurriesen, hasta que empezaron a hacerse realidad con las lluvias del último fin de semana.
Con los datos de lluvias hasta el anteúltimo día del año, la situación de los suelos dio un vuelco: las áreas más afectadas por los últimos seis meses de lluvias casi ausentes pasaron a estar con excesos hídricos.
Un nuevo mapa, configurado entre el 30 de diciembre y este jueves con datos del Servicio Meteorógico Nacional, reafirmó el potencial de la soja y el maíz de primera, y asegura el progreso de las fechas tardías.
Estos son los primeros grandes eventos de lluvias que recibe la campaña gruesa. Esto debería haber sucedido en la primavera, pero las circulaciones frías dominaron sobre gran parte del territorio argentino hasta mediados de diciembre, señalaba el informe la Bolsa de Comercio.
El avance de aire muy caliente y húmedo desde el sur de Brasil por fin logra alcanzar a la franja central, hecho que fue fundamental para que se desarrollen las distintas precipitaciones.
El Dr. José Luis Aiello, experto en climatología de la Bolsa, lo anunció en sus informes: “El aumento de temperaturas en las costas brasileras afirmaría la circulación norte, aportando un mayor ingreso de humedad a la Argentina”. Así se cumplió y esto significó tranquilidad para los productores.