Esta semana, el diputado Artusi anunció los planes de presentar este proyecto, destacando que “la agricultura urbana proporciona alimentos frescos, genera empleo, recicla residuos urbanos, crea cinturones verdes, y fortalece la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático”.
Artusi plantea que se considerará a la agricultura urbana “como una estrategia complementaria a la agricultura rural, a través de diferentes modelos urbanos productivos que contribuyen al desarrollo local y al mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional, la calidad de vida y salud de la población”.
El Programa a crearse tendrá los siguientes objetivos generales:
– Promover nuevas formas de consumo y producción de alimentos que generen menor impacto en el ambiente.
– Fomentar la agricultura familiar y comunitaria y la producción para autoconsumo y como emprendimiento productivo en ámbitos urbanos.
– Favorecer la promoción y mejora de huertas escolares y comunitarias en ámbitos urbanos que ya estén en funcionamiento o a crearse.
– Promover el emprendedurismo de pequeños productores agricultores urbanos, fomentando la incubación y consolidación de nuevas empresas, la generación de empleos, la vinculación de la producción con el mercado y la incorporación de tecnología.
– Contribuir a la seguridad alimentaria y a la nutrición saludable.
– Favorecer la generación de marcos normativos locales adecuados que promuevan y regulen la agricultura urbana en municipios, comunas y juntas de gobierno.
– Contribuir a la gestión sostenible de los recursos naturales.
– Favorecer la adecuada gestión integral de los residuos sólidos urbanos aplicando, entre otras acciones, el reciclado vía compostaje de la fracción orgánica en origen.
– Promover la participación ciudadana mediante programas de voluntariado y capacitación teórico-práctica en agricultura urbana.
– Promover el desarrollo del concepto “Agricultor Urbano” como uno de los potenciales oficios verdes.
– Promocionar nuevas tecnologías y soportes de agricultura para contextos urbanos.
– Favorecer la integración de prácticas adecuadas de gestión integral de residuos, aprovechamiento de fuentes de energía renovables, y gestión integral de los recursos hídricos al servicio de la agricultura urbana.
Asimismo, Artusi concluyó diciendo: “En definitiva, son numerosas las experiencias y los estudios en nuestro país y en el extranjero que avalan la importancia y el potencial de la agricultura urbana, y la necesidad imperiosa de considerarla una actividad que necesita ser adecuadamente regulada y fomentada, a los efectos de que constituya una eficaz herramienta de promoción del desarrollo sostenible y de mejora de la calidad de vida de la población”.