Dirigentes, legisladores y empresarios de Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Jujuy, Tucumán y Salta se reunieron para analizar y reclamar por el impacto que tendría la implementación de un nuevo impuesto a los combustibles de origen vegetal, que se analizó incluir en el Presupuesto 2019.
Durante un encuentro en la Casa de Santa Fe, en la Ciudad de Buenos Aires, las provincias de la Liga Bioenergética celebraron el momentáneo freno del gravamen, pero se pidieron ser “tenidas en cuenta a la hora de definir las políticas nacionales, tanto impositivas como de desarrollo”.
“Las energías renovables, como son los biocombustibles, no pueden ser consideradas al mismo nivel que los combustibles fósiles, porque tienen una clara diferenciación en el mundo con respecto a los tratamientos ambientales y eso tiene que estar reflejado también en el tema fiscal”, aseguró la secretaria de Estado de Energía, Verónica Geese.
Geese sostuvo que “a partir de ahora, van a tratar de tener una reunión con las autoridades de Energía y Hacienda del Gobierno Nacional, también con los legisladores de las comisiones de energía de la Cámara de Diputados y Senadores, para mostrarles los datos que reflejan que el interior argentino tiene mucho para dar en un esquema a largo plazo, que pueda dar previsibilidad a inversiones argentinas y con mucho menor impacto ambiental”.
Por su parte, el director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, afirmó que “no se pueden realizar modificaciones fiscales de la noche a la mañana, afectando a una actividad y esto es lo que hubiera ocurrido de no existir la Liga Bioenergética”.
Cabe recordar que en el proyecto de Presupuesto 2019 se pretendía gravar a los biocombustibles a partir de que superen el corte obligatorio (10% para biodiésel y 12% para bioetanol). De haber prosperado, se iba a poner en igualdad de condiciones a los combustibles fósiles con los renovables, que tienen menor impacto ambiental.
Una imagen del encuentro
