En esta oportunidad, amenazaron con arrojar peras y manzanas a lo largo del circuito en el que se realizará “La Corrida de Cipolletti” el próximo sábado, antes de que se corte el tránsito.
Un productor involucrado, explicó que necesitan saber si el intendente Aníbal Tortoriello los va a apoyar en esta lucha contra la adversidad y que, de no ser escuchados, seguirán con las medidas de fuerza durante el inicio de las clases.
Además, aseguró que el frutazo que realizaron en frente del edificio municipal días atrás “tuvo un claro mensaje” sobre la necesidad de recibir respuestas concretas.
Los reclamos no cambiaron y aseguran que las soluciones no llegan. Estos son: la falta de competitividad en el mercado, el bajo costo de la fruta y el fuerte aumento del servicio eléctrico, que llevaron a que la actividad tocara fondo.
Mientras que las medidas planteadas por los gobiernos, tanto el nacional como el provincial, estuvieron muy lejos de las expectativas de los productores.
“Vamos a tratar de ir temprano y tirar la fruta antes de que empiece La Corrida y quizá estaremos con tractores. Por el momento todavía estamos juntando, pero planeamos llevar entre 80 y 100 bins, aunque el número no importa. No podríamos llevar todas las peras y manzanas que quedan tiradas en las chacras porque son muchísimas” y agregó que “necesitamos saber si Tortoriello nos defiende, nos da una mano o nos ayuda, quizá no se enteró de lo que está pasando. Todos van al velorio pero nadie sabe quién murió”.
Por otra parte, afirmó que quieren seguir haciendo visible la problemática situación que atraviesan y que si no reciben respuestas después de esta actividad van a seguir con las escuelas en el inicio del ciclo lectivo.
“Cuando empiecen las clases vamos a ir a tirar frutas en la entrada de las escuelas de Cipolletti. Así, los chicos van a poder comer algo saludable y quizá también la lleven a sus casas y la compartan con alguien más. Nosotros no queremos arrojar o desperdiciar comida, con esto pretendemos que el Estado la compre, la ponga en condiciones y se la dé a los colegios. Queremos que nos compren la fruta que las empresas ignoran. Desperdiciarla sería lo insano”, concluyó con indignación el productor.