Según cifras del INTA, al 1° de enero había 153 mil hectáreas afectadas por los incendios en La Pampa en zonas que coinciden en un 95 % con las identificadas y pronosticadas como de alto riesgo, en el mes de junio.
Pasto seco acumulado + altas temperaturas + escasas precipitaciones, componen la ecuación que genera alerta sobre la ocurrencia de incendios en más de dos millones de hectáreas en la región sur de provincia.
Para Pablo Vázquez, especialista en modelos del área de gestión ambiental y recursos naturales del INTA Anguil, La Pampa, “la arbustización generalizada, la mala distribución de la carga animal, debida a la escasa distribución de aguadas en los establecimientos y cinco años de lluvias por encima de la media histórica generan las condiciones ideales para la acumulación de grandes volúmenes de la materia seca fina que propicia la ocurrencia de incendios”.
En ese sentido, Vázquez advirtió que “en 2016 había cuatro millones de hectáreas que no se quemaron en más de diez años, de las cuales, al menos el 50 % corresponden a áreas arbustizadas” y señaló que “ese material remanente de los incendios del año pasado debió ser reducido, ya sea mediante quemas controladas, rolado u otras técnicas que permitan disminuir el material combustible”.
“Dada la actual acumulación de material fino, las altas temperaturas y baja humedad, la situación del año pasado puede repetirse”, indicó Vázquez quien, además, sentenció: “Las áreas actualmente susceptibles de incendio son, en su gran mayoría, todas las no quemadas durante el período anterior”.
Ante esta situación y con el ojo puesto en la toma de decisiones, el INTA desarrolló un mapa que indica las zonas vulnerables y susceptibles a los incendios. Que cuenta con información detallada para la toma de decisiones y fue entregada a los organismos responsables de llevar adelante el combate y la prevención de los incendios.
“Muchos de los establecimientos con serios riesgos de incendiarse están dentro de la categoría de difícil acceso”, explicó Vázquez.
Incendios: mejor prevenir que combatir
Desde el INTA consideran fundamental poner el foco en las tareas de prevención que consisten en mantener limpias de material combustible las picadas cortafuego, alambrados e instalaciones.
Para prevenir los incendios, se recomienda:
- hacer un adecuado manejo del pastoreo
- rotación de cultivos en zonas susceptibles de incendio,
- realizar quemas preventivas controladas en los momentos adecuados durante el año.
- mantener alambrados, cortafuegos, picadas e instalaciones libres de vegetación con arado o rastra de discos en una franja de ocho metros a cada lado del alambrado en los potreros con vegetación baja y de 20 metros en los campos con monte.
- no dejar materiales inflamables expuestos a altas temperaturas
- mantener los accesos despejados y tanques australianos llenos de agua.
- realizar corta fuegos de 20 metros, en los potreros linderos a las rutas o líneas férreas, ubicados entre el alambrado y la vía de comunicación.
- coordinar con municipios y vialidad provincial-nacional el mantenimiento de las banquinas de rutas.
- cuando se realicen quemas de potreros, avisar con 72 horas de antelación a los cuarteles de bomberos más cercanos para una buena planificación.
En todos los casos resulta “trascendental” tener muy presente los parámetros de temperatura, humedad y viento para realizar quema controlada, para lo cual es importante consultar los pronósticos climáticos.
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