Federico Peretti es un ingeniero agrónomo y productor de Crispi, una localidad del departamento San Martín, en el suroeste de Santa Fe, donde entre el domingo y el lunes llovieron 290 milímetros y se inundó gran parte del campo, pero principalmente del pueblo.
La zona, que cuenta con una extensión de 150 kilómetros de ancho por 180 de largo, es productiva, y hay tambos y siembra de soja y maíz, entre otros cultivos.
En las últimas horas, la situación se agravó en muchas de las viviendas del lugar a causa de la cantidad de agua que ingresó, por lo que Peretti y algunos vecinos decidieron poner en marcha un sistema para ayudar al pueblo.
“Por gestiones entre el Comité de la Cuenca Zonal local y la comuna, se consiguió una draga para hacer un bordo de tierra, que sirve como contención así el agua no ingresa al pueblo y se desvía por la periferia del mismo”, le explicó Peretti a Infocampo.
El productor tiene una empresa familiar agrícola tambera, en la que aún no hay tanta agua, y además posee un campo pegado al pueblo, sobre el ingreso norte, donde cuenta con vaquillonas de recría, que ahora no tienen donde echarse a descansar, pero aún tienen comida. Por allí es por donde pasa el agua que se está drenando, con el curso paralelo a la ruta que une con Sastre por un canal que está a 500 metros al norte del lugar.
En concreto, Peretti tiene ahí 62 hectáreas de maíz en estado v5 v6; 25 hectáreas de soja recién emergida; 26 hectáreas de alfalfa y 8 hectáreas de verdeo. “Eso ahora está anegado en un promedio de medio metro de agua. En contra del canal hay más agua”, describió.
“Yo con tal de ayudar a la gente ahora me chupa un huevo lo que sembré, porque aparte a la casa de mis viejos les entró algo de agua, no mucha pero entró, y tengo amigos que se tuvieron que mudar momentáneamente”, sostuvo, al tiempo que destacó que el trabajo de los vecinos en solidaridad “es inmenso”, dado que están haciendo colectas en pueblos cercanos como Colonia Castelar, Las Petacas y San Francisco.
Para Peretti, la reacción de la gente de la zona es muy valiosa. “Nunca es tarde para agradecer los buenos gestos de la gente, a pesar que hace unos fines de semana atrás estábamos medio peleados porque participábamos de una liga de fútbol. Eso quiere decir que saben diferenciar la amistad del fanatismo por un deporte”, celebró.
“La verdad, agradezco la solidaridad tanto de la gente de pueblos vecinos y del campo que donan cosas, como de los del mismo pueblo. Nos ayudamos unos con otros, a evacuar o repartiendo cosas necesarias para frenar el ingreso de agua a las casas“, concluyó.
