El Ing. Agr Matías Rau, especialista en riego y ayudante en la cátedra de riego de la Facultad de Agronomía de la UBA, le confeccionó el sistema de riego a la huerta de Juliana Awada en Olivos y le contó a Infocampo los detalles y de qué se trata el riego por aspersión.
“La huerta de la quinta de Olivos es una huerta orgánica, y la puso en funcionamiento Prohuerta, un programa del INTA. La función de la huerta es abastecer a la cocina de la quinta y alimentar a los empleados. Cuando hay exceso de producción, lo donan”, contó Rau.
En ese sentido, relató que ahí mismo se realizan todas las actividades, desde los plantines hasta la cosecha de las hortalizas. “Una parte de producción es en invernáculo, donde se riega por microaspersión y el riego es automatizado. El resto es a campo, en cajones riego por microaspersión pero es manual”, detalló.
El especialista contó que “el riego de la quinta está dividido en el sector de plantines y la zona de huerta. En el sector de plantines, el riego es automatizado por el motivo de que, al tratarse de un invernáculo, no recibe lluvia por lo que son dependientes exclusivamente del agua de riego. En cambio, en la zona de la huerta es manual. Se encuentra al aire libre por lo tanto, recibe agua de lluvia y si falta agua se enciende. Es decir, se realiza un riego suplementario. Esto hace que sea mucho más eficiente para no regar de más”.
¿De qué se trata el riego por aspersión?
Este sistema de riego intenta simular la lluvia. Se debe conocer la velocidad a la que el agua ingresa al suelo para no regar de más, y generar encharcamientos.
Un factor importante a tener en cuenta es el viento, ya que si es muy fuerte genera deriva. Por otra parte, hay que tener en cuenta el contenido salino del agua porque al mojarse el follaje, puede llegar a generar enfermedades o predisponer al ataque de plagas.
Se necesita de un motor y una bomba para funcionar ya que el agua debe trabajar a una determinada presión para generar gotas y de esta forma pulverizarlas (esto se produce en el aspersor). La presión de funcionamiento está en el orden de 2 a 5 kg/cm2.
Se debe respetar una separación determinada entre los regidores durante la instalación, para mantener una uniformidad en la aplicación y no generar lugares con mucha agua o lugares donde el riego no llega.